Uno de los inventos de Antonio Molina para picar esparto [Blanca_Antonio Molina Cano]
Uno de los inventos de Antonio Molina para picar esparto
Una de las turbinas de Antonio Molina [Blanca_Antonio Molina Cano]
Una de las turbinas de Antonio Molina

Su ingenio en el plano de la hidráulica

La labor inventiva de Antonio Molina Cano se centró en mejorar el diseño de las ruedas motrices para conseguir el máximo rendimiento de los saltos de agua.

Fueron de gran importancia sus trabajos con norias y aceñas en el Valle de Ricote. Las turbinas hidráulicas hicieron posible un importante trabajo de desarrollo energético de fuerza motriz hidráulica, mecánica y eléctrica. Estas fuerzas eran aplicadas a los talleres artesanales de la época, como molinos harineros, almazaras de aceite, marmolerías, serrerías y otros usos, además de la instalación de centrales eléctricas para la iluminación de pueblos y aldeas.

Los inventos de sus turbinas hidráulicas tuvieron la trascendencia de avanzar en los procedimientos de molinería, que desde la Edad Media hasta principios del siglo XX no habían evolucionado y mantenían los rodetes de maza. Molina Cano empleó el modelo de álabes en sus turbinas, cuya forma es la espiral de 'Cornu', llamada también curva de transición 'clotoide', permitía el máximo empuje con el mínimo rozamiento del agua.

Otro adelanto de Antonio Molina fue la construcción de sus turbinas con materiales ligeros y ajustar sus proporciones al caudal del asalto del agua, lo que duplicaba el rendimiento de aquellas.

Otras facetas del genial inventor

La creatividad del blanqueño Antonio Molina Cano no se limitó a la energía hidráulica, sino que también realizó contribuciones de todo tipo.

En el año 1920, y teniendo presente el hundimiento del trasatlántico Titanic, inventó un sistema de hélices para mantener a flote las embarcaciones a la deriva.

Sus numerosos viajes por todo el territorio nacional le convirtieron en asiduo usuario del ferrocarril, por lo que presenció algunos accidentes en los pasos a nivel sin barreras, realidad que le impulsó a idear en 1934 dos sistemas de cierre de barreras.

Su última patente, fechada en 1951, consistía en mazos alternativos de picar esparto que desarrollaban grandes fuerzas de impacto.

Su paso y trabajo por la carpintería también desarrollaron sus dotes de artista, plasmadas en sus trabajos con la madera, traducidos en tallas de figuras, en muebles de ajuar y retablos sacramentales.