La pintura de María Dolores Andreo brilla con luz propia en el panorama del expresionismo español contemporáneo. Su obra ha seguido un complejo proceso evolutivo. En tanto sus aportaciones clave se han adelantado a otros expresionistas españoles.

    A partir de los años ochenta, en la plenitud de su pintura, María Dolores Andreo experimentó una evolución. Así pues, el expresionismo cedió paso a los valores compositivos y cromáticos. La materia adelgazó hasta límites insospechados.

    Desde la década de los noventa, se da en sus obras un diálogo entre dos visiones de la realidad. Es decir, se combina lo analítico con lo pasional, lo dionisiaco con lo apolíneo, se mezclan grandes manchas con líneas estilizadas.

    A lo largo de casi medio siglo la pintura de María Dolores Andreo ha estado abierta siempre a nuevas experimentaciones. Es una artista mediterránea, que bebe de la luz y los paisajes en los que creció.

    Ha cultivado multitud de géneros (retrato, bodegón, paisajes) y técnicas pictóricas (óleo, acrílico, litografía, heliografía, técnica mixta). Es, además, una mujer que imprime a sus creaciones un profundo aliento poético y lírico. De hecho, en 1979 publicó un libro de poesías titulado Ni una palabra más (Editorial Taiga, Tenerife).


Obras recomendadas

Litografías

Cabeza de Cristo (1960). Colección particular.

La Bruja (1963). Museo de Historia del Ayuntamiento de Tarragona.

Figuras (1963). Museo de Historia del Ayuntamiento de Tarragona.

Óleos

Sin título (1964). Colección particular.

Cabeza de Cristo (1966). Colección particular.

Acrílicos

Composición (1972). Museo de Bellas Artes de Murcia.

Marina (1972). Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.

Emergió del mar (1989). The Florida Museum of Hispanic and Latin American Art, Miami (Estados Unidos).

Más allá del mar (1992). Comunidad Autónoma de Murcia.

Composición con fruta (1993). Colección particular.