Aunque su trabajo obligaba a Díaz de Mendoza a pasar largas temporadas lejos de España, el actor transmitió todos los años su afecto por Murcia ofreciendo importantes aportaciones económicas para las Fiestas de Abril (actualmente, Fiestas de Primavera), lo que los murcianos agradecieron especialmente en épocas de crisis, en las que las fiestas corrían el riesgo de ser suspendidas en parte, o en su totalidad. Asimismo, tuvo una gran repercusión en la ciudad la aportación económica que realizó el actor para la adquisición de vidrieras para la Catedral.

    Fernando Díaz de Mendoza regresó a Murcia en septiembre de 1903. Entre los días 25 y 30 de este mes la Compañía Guerrero-Díaz de Mendoza estrenó 12 obras, entre ellas algunas de autores como Pérez Galdós, Lope de Vega o Jacinto Benavente. Las ventas de abonos de seis días se cubrieron en pocas horas. La primera obra representada fue ''Reinar después de morir'' de Vélez de Guevara. La compañía desplazó a 16 actores y 16 actrices. La gran novedad era la inclusión de Mariano Díaz de Mendoza, hermano de Fernando.

Debut de su hijo Luís Fernando

    En abril de 1907 la Compañía Guerrero-Díaz de Mendoza ofrece 12 funciones en el Teatro Romea, a donde regresan en octubre de 1912. Tras las actuaciones de este año un cronista que firmaba con el seudónimo de Arístides en el diario El Tiempo escribió lo siguiente: ''Díaz de Mendoza es un actor excelente, enamorado de su arte y un director de compañía incomparable que pasea de triunfo en triunfo nuestro teatro y nuestro idioma por todas las regiones del mundo. España debe estarle agradecida y Murcia se siente orgullosa de contarlo entre sus más preclaros hijos''.

    Murcia vuelve a acoger a la Compañía Guerrero-Díaz de Mendoza en noviembre de 1915. En esta ocasión se produce un acontecimiento especial, pues el día 24 debuta como actor el hijo mayor del matrimonio, Luís Fernando Díaz de Mendoza y Guerrero, interpretando un papel en el drama de Villaespesa ''La leona de Castilla''. Su padre tuvo un especial empeño en que el debut se produjera en Murcia. En esta ocasión la compañía también actuó en el Teatro Thuillier de Caravaca. No fue su única actuación en una localidad del interior de la Región de Murcia, pues en 1919 el actor murciano interpretó la obra ''Locura de Amor'' en el Teatro Moderno de Abarán.

Últimas actuaciones

    En marzo de 1916, con motivo de otra visita a la ciudad, ''El Noticiero de Murcia'' calificó a Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero ''soberanos indiscutibles del teatro español''. En abril de 1922 tras haberle sido concedida la Gran Cruz de Isabel La Católica se proyectó un homenaje en Murcia, aunque se tuvo que suspender por enfermedad del actor.

    Fernando Díaz de Mendoza actuó por última vez en el Teatro Romea en mayo de 1928, apenas cuatro meses después de la muerte de María Guerrero. En esta ocasión formaban parte del elenco de actores los dos hijos del matrimonio y María Guerrero López, sobrina de su esposa.

    La muerte del actor produjo una gran conmoción en la ciudad. Pese a que se le rindió un homenaje, no fue hasta 1961 cuando, a instancias del periodista Raimundo de los Reyes, el Ayuntamiento le concedió su nombre a una calle. Dicha calle se encuentra muy cerca del edificio en el que nació y del Teatro Romea, el lugar en el que tantas veces fue ovacionado.