Vicente Buigues, patrón del pailebote 'Joven Miguel', recibió tres condecoraciones por su acción heroica en las tareas de rescate de los pasajeros del transatlántico Sirio. España e Italia recompensaron a Vicente Buigues con la entrega de la Cruz Roja al Mérito Naval, de ambos gobiernos, por salvar la vida de alrededor de 400 pasajeros, y la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos concedió a Buigues la Medalla de Oro. Además, el Rey Alfonso XIII rindió un homenaje personal a Vicente Buigues durante una recepción oficial en el Palacio Real de Oriente en Madrid.

   La Sociedad Española de Salvamento de Náufragos amplió su reconocimiento al resto de los patrones de barco, que arriesgaron sus vidas para salvar las de los pasajeros del Sirio. Los capitanes recompensados fueron: con la medalla de plata Agustín Antolino y José Salas; con la medalla de bronce Bautista Buigues, José Valero, Pedro Llorca, Manuel Puga, José Ruso y Ramón Parodis.

  La ceremonia de imposición de medallas se celebró el 13 de agosto de 1906 en la sede de la Capitanía General de Cartagena. El capitán general, marqués de Pilares, y el alcalde de Cartagena, Rafael Cañete, presidieron el acto de homenaje a los héroes del salvamento del Sirio. El general Auñón dedicó un discurso de reconocimiento a los dos patronos con mayor número de naúfragos salvados, Vicente Buigues y Agustín Antolino.

  Un fragmento del discurso dice así:
"Vosotros, valerosos patronos Buigues y Antolino, quizás en el fragor de la batalla con la muerte, no os habréis dado cuenta de toda la extensión que alcanza vuestra conducta generosa; pero sabed que si las lágrimas y los dolores pudieran traducirse en cifras, sería inmensa la que expresara lo que habéis ahorrado a vuestros semejantes, y por eso nosotros, los que con más reposo examinamos el suceso, queremos ensalzaros para que en todo nuevo trance perseveréis en vuestra heroica conducta, porque si no podemos desear que la ocasión se reproduzca, podemos, sí, pedir a Dios que si algún día naufragásemos, Él nos depare a nuestro lado un Antolino o un Buigues.

  Ciertamente no habréis sido vosotros únicos compañeros en la tragedia que relato: pero al hacerse pública vuestra conducta, no he querido esperar a los rigores del expediente y del sumario, y ansioso de empezar la recompensa, os otorga esta cruz que en vuestro pecho será en lo sucesivo signo revelador de la Real estimación y del esfuerzo, por vosotros realizado, de caridad y de bravura: la Corporación municipal, la genuina representación de la ciudad de Cartagena, de la ciudad que estos días ha elevado su nombre a las alturas en que reina la virtud soberana, la caridad sin límites ni condiciones, ha querido poner un sello más a su conducta generosa, donándoos como recuerdo estas insignias del Mérito Naval con distintivo rojo: y a mí, que nada puedo daros, me ha reservado la fortuna, el honor estimado de colocar en vuestro pecho el signo que atestigua la estimación universal por vuestros hechos. Llevadla con honores y mantenéos dignos de ella; legadla a vuestros hijos, y entretanto, esta mano que ha sido honrada muchas veces por Príncipes y Soberanos, séalo también en este día estrechando las vuestras".