La Paz de Murcia fue el primer periódico diario importante que existió en la región. Sus páginas son de un gran valor histórico, pues reflejan los acontecimientos que sucedieron en la ciudad de Murcia en la segunda mitad del siglo XIX. La Paz informó, entre otras noticias, de la inauguración del Teatro Romea, o de la llegada del ferrocarril a Murcia.

    El periódico fue fundado el 2 de febrero de 1858 por Juan Contreras Moreno. En el mes de abril, el impresor granadino Rafael Almazán Martín asumió la propiedad y la dirección, que mantuvo hasta su muerte, casi 37 años después.

El tercer periódico más longevo de Murcia

    Rafael Almazán logró sacar adelante a La Paz de Murcia en una época en la que los periódicos tenían muchas dificultades para subsistir durante más de un año. La Paz de Murcia sobrevivió a los problemas económicos, a los cambios políticos, a las dificultades derivadas de la rudimentaria tecnología y a una sociedad en la que la tasa de analfabetismo era muy elevada. Aún hoy es el tercer diario más longevo editado en la ciudad de Murcia, tras La Verdad y Línea.

    Entre 1858 y 1868 se consideró un periódico independiente. A partir del Sexenio Democrático, Rafael Almazán entró a formar parte de la política local. Como consecuencia de ello La Paz de Murcia se convirtió en un diario vinculado a los intereses políticos de su propietario; apoyó a los liberales, a los constitucionales, y tras la Restauración, a la monarquía de Alfonso XII.

Desaparición en 1896

    El fallecimiento de Rafael Almazán en 1895 precipitó la desaparición de La Paz de Murcia, que editó su último número en enero de 1896. En sus páginas escribieron numerosos intelectuales de la Murcia de finales del siglo XIX, entre ellos, Andrés Baquero Almansa, José Martínez Tornel, Antonio García Alix y Pedro Díaz Cassou.

    Poco después de la desaparición del diario, el Ayuntamiento de Murcia compró la colección a la viuda de Rafael Almazán. Los ejemplares se pueden consultar en el Archivo Municipal en formato digital.

Juan Antonio Garre