La prensa nacional se hizo de eco de las informaciones publicadas por El Diario de Murcia sobre la riada de Santa Teresa. Cuatro periódicos madrileños: El Imparcial, El Globo, La Correspondencia y El Liberal enviaron corresponsales a Murcia para que informaran a sus lectores de las consecuencias de la inundación. Finalmente, la noticia atravesó los Pirineos.

    Francia se recuperaba de la derrota en la Guerra Franco-Prusiana de 1870. El origen de este conflicto estuvo influido por las opiniones de varios periodistas quienes incitaron a que la población francesa presionara a Napoleón III para que condujera al país a la guerra. Nueve años después estos mismos periodistas se volcaron de forma altruista con los afectados por la inundación de Murcia. Gracias a su empeño se recaudaron unos seis millones de pesetas, una cifra superior a la que se consiguió en España.

Nacimiento de un periódico histórico

    Uno de los motivos por el que los periodistas franceses mostraron una gran sensibilidad con los murcianos se debe a que unos años antes se había producido una tragedia parecida en el norte de Francia, de la que la agencia Havas había informado puntualmente. Precisamente fue Edouard Lebey, fundador y director de esta agencia, quién a finales del mes de octubre tomó la iniciativa de proponer a los periodistas franceses más importantes de la época la creación de un comité para organizar una serie de actos benéficos con el fin de recaudar fondos para los afectados por la tragedia.

    El comité, dirigido por el propio Lebey, se fundó a principios de noviembre. En su organigrama destacaba la presencia de Emile de Girardin, un importante periodista francés cuyo comportamiento en la Guerra Franco-Prusiana había sido duramente criticado por La Paz, único diario murciano de aquella época. Una de las decisiones más importantes que adoptaron los miembros del comité fue la de crear un periódico en el que colaboraran los dirigentes más importantes de Europa (incluyendo el Papa y los Jefes de Estado y de Gobierno de varios países). Esta labor fue muy dificultosa, dada la complicación que suponía conseguir una aportación de personalidades de un rango social tan elevado.

Detalles de la publicación

    Edouard Lebey envió una carta a la agencia de noticias española Fabra en la que ofrecía detalles sobre el proyecto. Lebey afirmaba que el objetivo era la publicación de "un sólo número de un periódico ilustrado que reuna todos los elementos de un éxito sin precedente. Los nombres más ilustres en la literatura, en la política, en las artes, en la historia firmarán los artículos. Los artistas más eminentes nos dan el concurso de su talento para los grabados. Ya están trabajando con dicho objeto. Los soberanos, los príncipes, los personajes más conocidos del mundo entero nos envían sus autógrafos que formarán la colección más rica y magnífica que recuerdan los hombres más celebres de nuestra época".

    A finales de noviembre, Edouard Lebey visitó al político Manuel Ruiz Zorrilla en su casa de París. Durante la reunión el periodista francés le pidió una aportación para el periódico indicando que “puede ser lo que a usted se le ocurra, una idea, una frase, una reflexión”. Después de que el político redactara un breve artículo, el periodista le preguntó que quienes eran los hombres más importantes de España para ponerse en contacto con ellos con el fin de que escribieran unas líneas, a lo que Zorrilla respondió: ''el mejor político es Cánovas del Castillo, el mejor orador es Castelar, el mejor literato es Ayala, y el mejor soldado es Martínez Campos". Gracias al entusiasmo de Lebey todos ellos aportaron unas líneas al periódico que, finalmente, recibió el nombre de París-Murcie como un gesto simbólico de hermanamiento entre ambas ciudades.

Paris-Murcie sale a la venta

    Después del gran esfuerzo del comité, el 14 de diciembre vio la luz Paris-Murcie. El periódico constaba de 24 páginas, y aunque estaba escrito en francés, no sólo fue distribuido en este país, sino que también se podía adquirir en las redacciones de los periódicos murcianos y en algunas de otras provincias. Paris-Murcie se compuso esencialmente de artículos cortos, autógrafos de personas importantes, grabados y dibujos y, en menor medida, de poesías y de artículos extensos. La gran mayoría de los firmantes se limitó a plasmar un pensamiento o una idea, sin hacer ninguna mención, ni a la inundación, ni a Murcia. La imprenta Flon se encargó desinteresadamente de realizar la tirada que fue de 300.000 ejemplares. El precio de la publicación era de un franco, aunque en un principio no se aceptaban pedidos de menos de 50 ejemplares. La recaudación en concepto de anuncios publicitarios osciló entre 25.000 y 30.000 francos.

    Coincidiendo con la salida de Paris-Murcie se celebró una fiesta en el Hipódromo de París. El evento estuvo organizado por el comité, aunque auspiciado por la Reina Isabel II (entonces exiliada en París) quien conocía a través de su hijo, Alfonso XII, la magnitud de la tragedia. El programa incluía espectáculos musicales con cante y baile flamenco. Durante su celebración algunas de las actrices más importantes de Francia, entre ellas la popular Sarah Bernhardt, aprovecharon para vender ejemplares del Paris-Murcie. El evento fue un éxito de público y de recaudación. La repercusión fue aún mayor. Hubo suscripciones y actos benéficos en Italia, Bélgica, Inglaterra, Grecia, Turquía y Egipto.