Las inscripciones prehistóricas en la piedra son conocidas en Jumilla desde hace mucho tiempo por agricultores, pastores, esparteros y cazadores, quiénes comúnmente las denominan como pozas o calderones, atribuyéndoles la función de recogida de agua de lluvia.

Popularmente se tenía la creencia de que estas inscripciones eran producto de la erosión causada por el agua de lluvia o por la congelación de ésta en las rocas, formando las pozas y los canalillos característicos.

El estudio y la complejidad de algunas de estas inscripciones, demuestran que la finalidad también podría ser religiosa, mágica e incluso astronómica. 

Cayetano Herrero, subdirector del Museo Municipal Jerónimo Molina publica en el año 2004 el 'Primer catálogo de los petroglifos del término de Jumilla' en el número 15 de la revista de divulgación natural 'Juncellus', y está inmerso en la localización, estudio y catalogación, de todos los yacimientos del término municipal de Jumilla.

La importancia de estos yacimientos prehistóricos  viene a enriquecer todavía más el patrimonio arqueológico de la Región, que aporta datos muy valiosos sobre cómo era la vida y qué inquietudes tenían nuestros antepasados.

Autor: Antonio Jesús Bleda Mulero

(Información facilitada por Cayetano Herrero)