Puede decirse que el renacimiento de Sierra Espuña da comienzo el año de 1889, y lo hace de la mano de Ricardo Codorniu quien tras visitar el lugar decide acometer su reforestación.  Su proyecto afectaría a cinco términos municipales y 20.000 hectáreas que se verían repobladas de pino y algunas encinas.

Los años de 1889 a 1900 estuvieron dedicados de manera especial a Totana y Alhama. Tan encomiable y nunca bien agradecida labor atrajo riqueza y atractivo a una Alhama que sería capaz de desarrollar nuevas actividades  como los campamentos para exploradores iniciados en 1917.

 La primera noticia de prensa relativa a Sierra Espuña en el siglo XX data del verano de 1902 momento en el que se produce un incendio accidental (un pastor había prendido una hoguera que se le

No obstante, se perdieron 35 hectáreas de pino y matorral. Colaboraron en las tareas de extinción empleados del ayuntamiento de Alhama y vecinos de El Berro, coordinados por Baldomero Guillén.

En 1914 la prensa se hizo eco de la fiesta religiosa que celebraban los forestales en honor de su patrono San Francisco de Asís. Tuvo lugar el 4 de octubre en el templo de El Berro con el guarda mayor, Francisco Balsas Provencio, al frente. Tras la función religiosa los asistentes disfrutaron de música de gramófono mientras se deleitaron con dulces y licores.descontroló) en el Morrón que afortunadamente el viento se encargó de extinguir al dirigir las llamas hacia las 'riscas peladas'.

La amenaza de los incendios

La festividad del árbol de febrero de 1915 contó con la participación del Cuerpo de guardas de Sierra Espuña al completo y de los maestros y alumnos de Alhama que lo celebraron efectuando su pequeña reforestación anual.

Los incendios volvieron a ser noticia en el verano de 1931. En aquella ocasión ardieron miles de pinos y el corresponsal se preguntaba cómo era posible que en la sierra no hubiese depósitos ni herramientas útiles para apagar los incendios, máxime cuando además había tanto pasto seco.

En cuanto la desgracia llegó a oídos del Ayuntamiento de Alhama, se requisaron camionetas y se organizó rápidamente un equipo de más de 240 hombres que marcharon a colaborar con los vigilantes y la Guardia civil.

La mala fortuna quiso que al día siguiente una chispa eléctrica provocara otro incendio a 6 km, en el Barranco del Marqués de Totana.