Siglo XX. De la restauración a la guerra civil (1900-1936).


En Murcia, el siglo comenzó con la Exposición Nacional de 1900 a la que acudieron numerosos reporteros y fotógrafos de los principales periódicos del país. También fueron muchas las fotografías tomadas por aficionados y profesionales locales, pero de las que se han conservado pocos ejemplos. Se organizaron concursos fotográficos en los que participaron y obtuvieron varias medallas algunos profesionales de la Región como José Rodrigo de Lorca, Máximo Sandoval de Moratalla y Juan López de Murcia. El coleccionismo de postales tan popular hasta 1925, propició la edición de una serie de postales sobre el acontecimiento realizada por la imprenta Nogués de las que sólo quedan las de dos aficionados, M.  Costa Farinas y L. F. Guirao Girada.

Los adelantos técnicos facilitaron la labor de los fotógrafos ambulantes que recorrían los pueblos y ciudades realizando retratos individuales o de grupo, de difuntos, fotografías de imágenes religiosas, de edificios, etc. utilizando a partir de 1910 el formato de tarjeta postal que luego comercializaban. Con este fin Antonio Passaporte viajó a la Región en 1930 enviado por la firma Loty; las imágenes de esta colección de postales reflejan los cambios sociales y económicos que la Región había experimentado desde que Laurent la fotografió a mediados del siglo XIX.

A principios del siglo se inició en España el pictorialismo fotográfico, movimiento reivindicativo de los valores propios de la fotografía desarrollado por algunos profesionales como Káulak o Vilatobá ante la proliferación de aficionados en este campo. Éstos se agruparon en sociedades como la Sociedad Fotográfica Murciana creada en 1904 por aficionados entre ellos: L. F. Guirao Girada del que se conservan mayoritariamente negativos estereoscópicos, modalidad fotográfica que consistía en una doble toma de cada fotografía. Entre los aficionados de otros pueblos de la Región se encuentran: J. B. Vidal Abarca de Alhama, M. o Prudencio Rosique de Calasparra.

Los profesionales de provincias se dedicaban principalmente al retrato de estudio y reportajes de calle documentando la vida y la gente de su entorno. Entre ellos destacan: Enrique Templado de Abarán, Pedro Menchón y Blas Aledo, de Lorca; Matrán, Haro Hermanos, R. Hernández y José Casaú de Cartagena; Francisco Miralles, Antonio Nicolás de Murcia y E. Ripoll Pérez de Yecla. La mayoría carecía de formación técnica y cultural, se formaron en los estudios de otros profesionales como aprendices. Su obra sencilla y veraz los sitúa entre los mejores artistas de su época.

La profunda crisis del sistema de la Restauración y el ascenso político de las clases populares produjeron gran incertidumbre entre las clases dominantes que intentaron mantener el orden burgués rememorando el  pasado y acentuando los valores tradicionales, nacionales y regionales. En fotografía, este tardopictorialismo se redujo a enfatizar lo folclórico,  popular y patriótico. Esta "fotografía artística" se mantuvo durante décadas a pesar de la irrupción de nuevas corrientes vanguardistas que cuestionaban los rancios principios estéticos del pictorialismo.