20 de junio, 1486

Papel, encuadernación en pergamino

42 x 32 x 24, 5 cm

Archivo Municipal de Murcia. AMMU. AC. 104 (1485-1486). Fols. 136 r. – 137 v

 


  

Siguiendo el modelo de otras corporaciones laborales que habían dado el mismo paso unos años antes, en especial otras manufacturas textiles urbanas (como la producción pañera o la industria de la piel y el cuero), los hiladores de la seda regularon su oficio en 1486, con una serie de normas administrativas, técnicas y económicas. A esta regulación se le añadieron en 1492 y 1499 algunas precisiones complementarias de carácter técnico, hasta configurar la primera gran organización de base corporativa de este oficio, en el contexto del nuevo escenario en el que el trabajo de la seda dejaba de ser una artesanía para convertirse en una industria. El modelo asociativo de los oficios, tendente a la mejora
y homogeneización de la producción artesanal se imponía en la protoindustria sérica. Que las ordenanzas de los hiladores de la seda fueran anteriores a las de los tejedores de la seda (que datan de 1506) no hace sino confirmar que en los primeros momentos el trabajo de la seda se centraba en el hilado: la seda hilada (el producto semielaborado) o en bruto era el principal producto comercializado y el trabajo de hiladores y menadores era la actividad sérica principal, casi única. Apenas se derivaba seda semielaborada a la producción local de tejidos, pues la manufactura especializada, con pocos profesionales y una escasa variedad de artículos, apenas estaba desarrollada.

Martínez, 2000, pp. 173-174; Martínez, 2009, pp. 220-221.

JER