ESPECIES Y VARIEDADES

La morera pertenece al orden de las Urticales, familia de las Moráceas, género Morus, del que solamente nos interesan dos especies: MORUS ALBA y MORUS NIGRA.

Es árbol monoico, de flores unisexuales, agrupadas en inflorescencia amentácea. Las masculinas con cuatro estambres y las femeninas formadas por un ovario globuloso, terminando en dos estigmas. Carecen de corola, por 10 que son poco vistosas. Después de la fecundación los sépalos y el ovario crecen, volviéndose éste carnoso, encerrando en su interior a las semillas. La mora que vernos es en realidad una reunión de pequeños frutos, agrupados alrededor de un eje central.

Hay ejemplares de morera que solo presentan flores masculinas. Por tanto, no echan moras. Los amentos, producidos en gran cantidad, inhiben la salida de las hojas, que rápidamente se desarrollan a la caída de los mismos.

Otras variedades presentan en una misma rama flores masculinas (amentos) y femeninas (moras).

Algunas moreras son totalmente estériles, no echan flores m masculinas ni femeninas.

Todas estas circunstancias se pueden aprovechar según el destino que se quiera dar al árbol. Más adelante las clasificaremos según sus aplicaciones.


 

MORUS NIGRA (moral).

De esta especie solo se conoce una variedad, el moral o morera negra.

Es la más antigua de España y en ella se basaba toda la crianza del gusano hasta el siglo XIV.

Es un árbol vigoroso, poco ramificado. Sus hojas son de color verde oscuro, acorazonadas, con limbo grueso, áspero al tacto, peciolo corto y grueso.

Los frutos son redondos, gruesos, de color rojo oscuro (casi negro), de sabor agridulce y muy granulosos.

Su brotación es muy tardía, al menos veinte días después de la morera blanca (cristiana).

La condición de brotar tarde la hizo indispensable en zonas frías. Así, las crianzas que se hacían en la Alpujarra, tanto en la granadina como en la almeriense, se alimentaban con hojas de moral. Todavía existen bastantes árboles en la zona de Ugíjar, Paterna del Río, Fiñana, Abla, etc.

En la Estación Sericícola de La Alberca de las Torres se conservan tres ejemplares de esta especie.

 

MORUS ALBA (morera blanca).

Introducida en Europa a comienzos del siglo XIV, desplazó al moral en la crianza del gusano de seda.

En Murcia se implantó en el siglo XV, aumentando continuamente su cultivo hasta fines del siglo XVIII.

Sus hojas son más finas que las del moral, de color verde claro, lampiñas, peciolo largo y fino, y sus frutos pueden ser de color blanco, morado, negro o azulado, según las diferentes variedades.

Es un árbol muy rústico y que vegeta perfectamente en todas las regiones de España. Aguanta bien la sequía, 10 que no quiere decir que no acepte las zonas húmedas, ya que si se riega alcanza mayor tamaño.

De su rusticidad da prueba que admite que se le quite la hoja todos los años en el mes de abril-mayo y que cada dos se la pode en esa fecha, todo ello con vistas al aprovechamiento de su hoja. Pocos árboles frutales, por no decir ninguno, aguantaría ese tratamiento muchos años.

 

Variedades de Morus alba

CRlSTIANA. Es la variedad más extendida en la región de Murcia. Su hoja es quizá la mejor para la crianza del gusano de seda.

Árbol. De vigor medio. Tallos muy ramificados (a partir del segundo año de poda). Porte abierto, redondeado.
Hojas. Lanceoladas, de tamaño mediano, color verde medio, gruesas, onduladas, suaves al tacto, limbo dentado irregularmente.
Frutos. De tamaño pequeño, de color negro, poco dulces, con pedúnculo corto y fino.
Foliación. La más temprana después de la variedad Filipina; empieza sobre el 15 de marzo, alcanzando su plena vegetación a últimos de abril y primeros de mayo.

 

VALENCIANA. De esta variedad se pueden distinguir dos subvariedades, la precoz y la tardía. Esta última estaba indicada para las crianzas de gusano de seda de otoño. La variedad precoz es conocida también como rizada, por el aspecto que presenta su limbo.

Árbol. Muy vigoroso, de porte redondeado, poco ramificado.
Hojas. De tamaño grande (mayores que las de la cristiana), acorazonadas, de color verde oscuro muy brillante, con limbo rugoso. · Textura gruesa, margen dentado regular. Hojas estipuladas poco persistentes. Debido a que sus entrenudos son muy cortos, produce tal cantidad de hoja que no se ve la madera; esto, unido a su color y brillantez del limbo, la hace una variedad muy interesante como árbol ornamental.
Frutos. De color blanco, tamaño mediano, forma redondeada muy irregular y fibroso. Pedúnculo corto y grueso. Sabor insípido.
Foliación. Es prácticamente la misma que la cristiana

 

FILIPINA o MULTICAULE. No tiene más interés que el ser la primera en brotar.  Normalmente, en el mes de enero ya presenta las primeras hojas. Corre el peligro de las heladas.

Árbol. De vigor medio, porte abierto muy ramificado, forma desmayada.
Hojas. Grandes, limbo rugoso y áspero, color verde oscuro. Margen aserrado uniforme.
Frutos. Es poco productiva y da frutos aislados, de tamaño mediano, color negro, de sabor agrio, pedúnculo medio y fino. Sensible al viento.
Foliación. A finales de febrero.

 

PÉNDULA. Dedicada principalmente para ornamentación. 

Árbol. Vigoroso, llorón, rastrero, poco ramificado.
Hojas. De tamaño mediano, lanceoladas, torsionadas, margen dentado irregular, simétricas, de color verde medio, textura fina, estípulas en el extremo, suaves al tacto. Muy parecidas a las de la cristiana.
Frutos. De color negro, muy abundantes, tamaño mediano, forma oval alargada, textura granulosa, sabor dulce, frutos aislados, maduración a primeros de mayo. Pedúnculo largo y fino.
Foliación. Muy semejante a la cristiana.

 

BALSA.

Árbol. Vigoroso, de porte erecto, ramificado.
Hojas. Lanceoladas, limbo aserrado irregular, estipuladas. Color verde claro brillante, textura fina, tamaño mayor que la cristiana
Frutos. De color negro, tamaño mediano, de forma irregular, redondeados. Sabor poco dulce, fibrosos. Su producción es abundante.
Foliación. A últimos de marzo.

 

VIUDA.

Árbol. Muy vigoroso y frondoso, porte globoso, poco ramificado.
Hojas. Pequeñas (tipo cristiana), color verde medio, lanceoladas, de textura fina, suaves al tacto. Dentadas irregulares.
Frutos. De color blanco, dulces, muy abundantes, de tamaño medio y de forma redondeada.
Foliación. A finales de marzo.

 

Variedades japonesas.

En el año 1950 fueron importadas de Japón varias variedades de morera con vistas, sobre todo, a hacer una segunda crianza de gusano de seda en otoño. De todas existen actualmente algunos ejemplares en la Estación Sericícola.

KOKUSO-20.

Árbol. De vigor medio, de porte erguido y ramificado.
Hojas. Acorazonadas, asimétricas, de limbo dentado irregular, terminando en punta fma, tamaño grande, textura fina, color verde obscuro, limbo rugoso, de hojas estipuladas.
Frutos. Tamaño muy grande, granulosos, de forma cilíndrica, de sabor dulce, color rojizo oscuro.
Foliación. Tardía, a últimos de abril. Árbol no bien aclimatado.

 

KOKUSO-21. Es, sin duda, la mejor variedad de las importadas. Se aclimató perfectamente en nuestra región.

Árbol. Muy vigoroso, de porte semierecto, ramificado.
Hojas. Muy grandes, acorazonadas, asimétricas, dentadas irregulares, de hojas estipulares, limbo grueso, rugoso, color verde oscuro brillante, Sexo. Macho, Enorme cantidad de amentos,
Frutos. No tiene.
Foliación. A finales de abril.

 

KOKUSO-27.

Árbol. Vigorosos, de porte abierto y expanso, tallos ramificados.
Hojas. Hendidas, lanceoladas, gruesas, color verde oscuro, ásperas al tacto, margen dentado regular.
Foliación. Tardía (igual que la KoIruso-21).
Frutos. Escasos, de color negro, alargados.

 

Variedades italianas.

Todas las variedades italianas que se citan a continuación se encuentran en la Estación Sericícola, constituyendo una valiosa colección. Son las siguientes:

- FOSSOMBRONE (estéril)
- LIMONELLA (estéril)
- CIAROCA
- GRIANZZELA
- NOSTRANO DEL GARDA
- BRESClANA
- INESTO A FRUTO NERO
- MOSCATELLA DOPPlA
- GIAZZOLA
- POMELLA
- AMAZZETO
- SELVATICO

Durante muchos años, debido al sistema de reproducción por semilla de las moreras, existe gran cantidad de ejemplares, de los cuales hay más de cuarenta clasificadas, además de otras que también pudieran serlo.

Todas ellas, junto a las variedades descritas, constituyen un acerbo genético muy importante que, si no se cuida, poco a poco irá desapareciendo.

 

 FELIPE GONZALEZ MARIN
Abril del año 2000