Antonio Moreno Marín
![Pinturas rupestres en la Cueva de la Serreta situada en el Cañón de Almadenes [Río Segura]](/servlet/integra.servlets.Imagenes?METHOD=VERIMAGEN_27504&nombre=Rio_Segura-_Pinturas_rupestres_en_la_Cueva_de_la_Serreta__situada__en_el_Canon_de_Almadenes_res_720.jpg)
De entre todos los ejemplos pictográficos rupestres hay, sin duda, representaciones que destacan por su estado de conservación, composición, valor del conjunto rupestre o por su exclusividad cronológica. En este último caso podemos señalar que, aunque la mayor parte de los ejemplos corresponden al Neolítico, existen uno pocos ejemplos que se situarían en el Paleolítico que, sin llegar a ser de la altura de Altamira, son importantes ejemplos.
Estas pinturas paleolíticas se encuentran en Cieza, en el Cañón de los Almadenes, y son las Cuevas de Jorge, las Cuevas de las Cabras y las Cuevas del Arco. Tenues trazos rojizos dibujan los perfiles de un caballo y unas cabras, trazos impresos en distintos momentos que ocuparían un ámbito cronológico que se encontraría entre los años 21000 y el 10000 antes de Cristo.
Como hemos señalado, el arte levantino, o naturalista levantino, es el estilo más común en buena parte de las representaciones rupestres de Murcia. Antes de señalar una cronología del mismo debemos puntualizar que ha sido, y es, largo y abundante el debate sobre la cronología aplicada a las pinturas levantinas. De claro momento postpaleolítico, distintos autores han establecido todo tipo de teorías sobre las fases del mismo y los años de producción, recordando siempre la clara diferencia entre las sociedades del paleolítico, meramente cazadoras, y las posteriores y del Neolítico, más sedentarias y recolectoras. En algunos casos no se descarta la convivencia de estas dos sociedades y su influjo recíproco. Al margen de los debates científicos, se puede afirmar que el arte naturalista levantino, que se extiende por toda la costa mediterránea y llega a puntos del interior de Aragón, fue producido entre los años 8000 y 4000 antes de Cristo.
El levantino es un estilo que emerge en covachas y abrigos abiertos aunque con viseras que protegen las pinturas, que tiene una evolución que va desde la rigidez de las figuras al movimiento de las mismas y que son pintadas con tintas planas, aunque en ocasiones se descubre el trazo subyacente de los perfiles. Las escenas son variadas, algunas profusas de personajes y animales, desde escenas de caza a recolecciones pasando por las actividades de tipo religioso o místico.
En Murcia los ejemplos de estilo levantino son parte importante del patrimonio rupestre español. Las pinturas de Cantos de la Visera, en el Monte Arabí de Yecla, dejan ver unas representaciones amplias de animales, en los que no hay rastro de la figura humana, todo lo contrario del Barranco de los Grajos en Cieza, cuyas figuras danzantes podrían mostrar algún rito procesional o iniciatico. Y en la también ciezana Cueva de la Serreta, un extraño personaje con brazos en asa y bordes rallados hace pensar incluso en la representación de algún dios totémico.
En Calasparra los Abrigos del Pozo, además de figuras, aportaron cerámicas y restos de colorantes. En Mula la Cueva del Milano ofrece otra figura extraña, esta vez femenina, que podría resultar una diosa a la que un arquero adora; junto a las pinturas se hallarían restos de una necrópolis con ajuares. En el municipio de Moratalla destacan, entre sus numerosos yacimientos rupestres, los de Cañaica del Calar, Fuente del Sabuco y La Risca.
Como vemos, la zona del Noroeste y el Altiplano de Murcia concentran la mayor parte de las representaciones rupestres, siendo puntuales los casos de Lorca y Cartagena, que guardan en la cueva del Tío Labrador y la isla de la Higuera, respectivamente, sus dos únicos yacimientos rupestres levantinos.
El estilo esquemático, que se encuadra entre el cuarto y primer milenio antes de Cristo, es el posterior al levantino pero, en muchas ocasiones, convive con este. Este dato es muy relevante, puesto que hay un salto cuantitativo cronológico y, sin embargo, las sociedades posteriores a las propias del arte levantino debían sentir tal respeto por las pinturas murales previas que aportaron su propio estilo sin renunciar a las más antiguas e incluso repintarlas, como así demuestran algunos análisis.
Son muy interesantes las pinturas esquemáticas de la Cueva de la Serreta de Cieza, los Abrigos del Mediodía en Yecla y de La Risca de Moratalla, los Abrigos del Pozo de Calasparra, las del Abrigo del Buen Aire en Jumilla, la de Las Covaticas de Lorca, etc.
Las pinturas esquemáticas, la mayoría pintadas con bol rojo, y en algún caso con pigmento negro, se localizan en abrigos que tienen siempre cerca un curso fluvial. Pinceles de pelo de animal y los propios dedos bastaban para imprimir estas pinturas sobre la roca.
El estilo esquemático forma parte de una evolución clara del proceso que podríamos llamar artístico, de las representaciones rupestres. A un estilo naturalista como es el levantino, le sigue un estilo conceptual como es el esquemático. Esto amplifica quizá la sensación, mayoritaria entre los investigadores, de que las pinturas levantinas son un claro ejemplo de pintura ritual o representación de escenas de carácter religioso ya que el estilo esquemático tendería a convertir en símbolos lineales muy sencillos todo aquello que pudiera constituir un conjunto de ideas que irían más allá de relatos o narraciones de carácter costumbrista.
Sacra Cantero Mancebo
