La historia de los descubrimientos de arte rupestre en Murcia comienza en 1912, cuando fueron descubiertas las pinturas de los Cantos de la Visera, en Yecla, situadas en el Monte Arabí. Tal fue el valor de estos hallazgos que en 1915, el prehistoriador turolense Juan Cabré los incluyó en su trabajo Arte rupestre en España y más tarde Henri Breuil se interesaría por ellos, con artículos en la revista francesa L’Antropologie y excavaciones en la zona.

Hasta 1940 no volverían a hacerse descubrimientos de interés, en este caso en la Cueva del Peliciego de Jumilla. Sin embargo, es precisamente el comienzo de siglo cuando, en otros puntos de la península y en Francia, se realizan algunos de los descubrimientos de pinturas rupestres más relevantes, permitiendo los mismos configurar mapas y análisis estéticos que ayudarían a definir estilos e implantación.

Los años sesenta traerían nuevos descubrimientos y nuevas investigaciones sobre los hallazgos. En 1962, en Cieza, los abrigos de Los Grajos, y en 1967, en Moratalla, la Cañaica del Calar y Fuente del Sabuco. Serían estos descubrimientos de gran relevancia, por las escenas encontradas y por el hecho de que en áreas similares convivían dos estilos distintos y cronológicamente separados, el levantino y el esquemático. El profesor Antonio Beltrán Martínez incluiría estos descubrimientos en su Corpus de Arte Rupestre Levantino y realizaría por sí mismo otros descubrimientos en la zona.

En 1978 se localiza en Moratalla La Risca I, cuyo trabajo de investigación publicarían Martín y Pedro Lillo Carpio. Con la década de los ochenta se sucederían numerosos hallazgos rupestres y nuevos estudios sobre los ya descubiertos. Además de establecer las secuencias cronológicas se pudieron catalogar los distintos descubrimientos en los estilos que predominan en el panorama rupestre murciano: el paleolítico, el levantino y el esquemático.

La Región de Murcia tiene catalogados hasta el momento casi ciento cincuenta yacimientos con pinturas rupestres, con una cronología que va desde el Paleolítico Superior hasta la Edad del Bronce. En estas muestras pictóricas se pueden encontrar desde las escenas naturalistas más amplias hasta las representaciones esquemáticas más adustas o las digitalizaciones más simples.

En el caso de Murcia los colores utilizados, teniendo en cuenta el paso de los siglos y la degradación de los mismos, son los rojos, los marrones, los violáceos, el negro, el blanco y el anaranjado. Los colores eran utilizados como tintas planas por lo que es difícil encontrar casos de bicromía y hasta el momento existe un solo ejemplo en Cieza. Los minerales de los que se extraían los colores fueron la almagra, el manganeso o el mineral de hierro, además del carbón vegetal; los aglutinantes de los colores podían ser jugos vegetales, clara de huevo, grasas, resinas e incluso sangre.

En 1998 la UNESCO incluyó a nuestra Región dentro de un catálogo de lugares protegidos como patrimonio mundial y englobados en el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo. La lista de emplazamientos protegidos por la institución incluiría 72 lugares repartidos por la comarca del Noroeste, el Altiplano y Lorca.

Sacra Cantero Mancebo