A finales del mes de octubre clausurábamos en la Iglesia de la Compañía de Caravaca de la Cruz, tras cuatro meses abierta al público y más de 100.000 visitantes, La Ciudad en lo Alto. Con esta gran exposición, desde la Fundación Cajamurcia habíamos dado otro paso firme y decidido dentro del Proyecto Huellas, puesto en marcha bajo el objetivo de restaurar y difundir el patrimonio histórico-artístico de la Región de Murcia.

     La Ciudad en lo Alto cerró sus puertas después de habernos ayudado a comprender y conocer la historia de la ciudad santa a través de la contemplación de bellísimas obras de arte, gracias al excelente y acertado diseño y montaje del arquitecto Pablo Puente y a la impecable labor como comisario de Cristóbal Belda. Inolvidable será para todos nosotros el recorrido por la Iglesia de la Compañía, engalanada y restaurada para la ocasión, mientras las esculturas, las pinturas, los relicarios, los libros, los mapas y los instrumentos musicales nos desvelaban los secretos de Caravaca de la Cruz.

     Y mientras nosotros las mirábamos, estas obras de arte nos contaban todo lo que sabían sobre los dioses, los primeros pobladores que habitaron Caravaca, la construcción del castillo, el milagro de la Vera Cruz, Santa Teresa, San Juan de la Cruz… Hablamos con ellas de tantas y tantas cosas y ahora esos diálogos los guardamos en nuestra memoria como un preciado tesoro.

     Hemos querido seguir dialogando con la historia a través de las páginas de este libro, La mirada que habla, otra magnífica oportunidad para volver a fijar nuestra mirada, comprender un tiempo ya lejano y avivar nuestra memoria a través del arte.


Carlos Egea Krauel

Director General de la Caja de Ahorros de Murcia



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