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ARTE Y CULTURA

Periódico diario 'La Paz de Murcia'

Orígenes

Ejemplar de La Paz del año 1858
Ejemplar de La Paz del año 1858

    A mediados del siglo XIX un periódico editado en la provincia de Murcia tenía muchas dificultades para subsistir más de un año, fundamentalmente por tres factores:

- La alta tasa de analfabetismo de la época.

- Las malas comunicaciones que impedían que la publicación se distribuyera adecuadamente por toda la provincia.

- La poca costumbre de los comercios por hacer publicidad.

Nace La Paz

    Durante estos años varios impresores, tipógrafos y personas de rango social elevado, con vocación de periodistas, fundaron algunas publicaciones en la ciudad de Murcia, pero todas ellas desaparecieron pocos meses después por problemas económicos. Pese a todo, muchos de estos improvisados periodistas no se daban por vencidos, y poco después trataban de crear otro periódico con la esperanza de que tuviera aceptación y de que pudiera sobrevivir durante varios años.

    El 2 de febrero de 1858 el abogado Juan Contreras Moreno editó el primer número de La Paz. Su tamaño inicial fue de 32x23 centímetros. Se publicaba los martes, los jueves y los domingos, con cuatro páginas impresas en los talleres de El Telégrafo, propiedad de Rafael Almazán Martín. La redacción estaba en la Plaza del Esparto (actual Plaza Julián Romea) y la imprenta en la calle San Lorenzo 11. Los precios de suscripción eran de 7 reales por un mes y 19 reales por tres meses para los residentes en Murcia, y de 8 reales por un mes y 22 reales por tres meses para los residentes en otros lugares.

Cambio de propietario

    Apenas unos días después del nacimiento de La Paz, Juan Contreras se apercibió de que era imposible sostener económicamente el periódico. Como única alternativa se reunió con Rafael Almazán, propietario de El Telégrafo, para buscar una solución. El 18 de febrero Contreras y Almazán acordaron refundir las redacciones de La Paz y El Telégrafo, subsistiendo el nombre de La Paz. Ambos quedaron como dueños. A partir de entonces, Contreras se encargó de la dirección y Almazán de la administración y de la impresión.

    Esta situación se prolongó hasta abril. A finales de este mes, Contreras abandonó la dirección de La Paz para atender otros negocios más urgentes. De este modo Rafael Almazán quedó como único propietario, pasó a asumir la dirección y afrontó en solitario el difícil reto de sacar adelante a una publicación que desde los primeros días generaba problemas económicos.