Tres poemas de Francisco Sánchez Bautista

Trova elegíaca

     Mi corazón se va
consolidando como
los fósiles. Un día
será monte de todos.

     ¿Como la mano abierta?
¿Como el cerrado puño?
¿Será más grande que
todos los montes juntos?

     Mi corazón lo llevo
como se lleva un susto:
temblándome en la sangre
como un pájaro oculto.

     Acompasado acorde
que se quedó vibrando
entre el dolor y el gozo
de mi vivir humano

     Mi corazón se va
consolidando como
la piedra. Un día
será monte de todos.

Comentario

     A esta composición suelo hacerle una exégesis o ejercicio hermenéutico muy particular de este poema, a saber: cuál no será la grandeza que S.B. tiene que sentir dentro de sí mismo como creador de Poesía como para asumir, o reflejar, en sus versos lo que, sin duda, son y fueron sentimientos de docenas y docenas de miles de grandes creadores de toda la Historia de la Creatividad Humana..., porque estos versos podrían apropiárselos todos... ¿O acaso no podrían decir esto de sí mismos W.A. Mozart..., o J. S. Bach..., o Velázquez..., o el pintor o pintora de Altamira..., o Tolstoy..., o los creadores de los Kaikus..., o William Wyler..., o Miguel Ángel..., o T. L. de Victoria..., o Salzillo..., o África Lozano?

     De hecho, es la creatividad positiva para el Arte de todos estos congéneres lo que nos sustenta en esta vida nuestra, hasta que todos pasemos a ser run-rún del Universo.

     Por cierto, quien no haya cogido de un nido un pajarillo de cría y lo haya metido entre su camisa y la carne jamás podrá llegar a dar el valor exacto a estos versos de nuestro poeta...: “Mi corazón lo llevo / como se lleva un susto:/ temblándome en la sangre / como un pájaro oculto. // Acompasado acorde” (el compás de los latidos del corazoncito del animalillo acompasados con los del corazón del poeta) “que se quedó vibrando...”

[Antología poética (1990), Universidad de Murcia –propiciada, por cierto, por José Perona–; en la contraportada, manuscrita y facsimilada. Poesías completas (2005), Alfonso X; página 637]



Soneto

En este suelo de escorial escueto,
arraigado a las piedras, gris y enjuto,
como pasó el abuelo pasa el nieto.

Miguel de Unamuno

     ¿REGRESAR, hacia adónde, si el nativo
sendero se esfumina en la maleza?
Deja el hombre su casa y todo empieza
a volvérsele extraño y agresivo.

     Fue aquí la luz un júbilo explosivo
y la amapola un hito de belleza.
Mas la nostalgia engendra a la tristeza
y lloramos el tiempo fugitivo.

     Volver a ser aquí, nombrar las cosas
por su gráfico nombre: un imposible.
Muchas son tus razones dolorosas.

     Para ti el mundo avanza irreversible.
Largas fueron tus rutas espinosas.
Ser extraño en la patria es insufrible.


Comentario

     La intuición poética de los grandes (susceptible de que se propicie aquella intuición incluso en cualquier poema, por ‘modesto que su autor’ pueda parecernos) acumula en tus pensamientos otros muchos, como, por ejemplo en este caso, el hecho de que idióticos (tomado el término en su sentido etimológico estricto) especuladores del suelo y del Arte Urbanístico y sus arquitectos saben que pasados muy pocos años, el común del caminante urbano olvida qué edificio..., qué forma de calle..., qué de ese algo de nuestra infancia han hecho desaparecer y lo han sustituido, casi siempre por una estulticia arquitectónica, por inadecuada cuando menos, cuando no brutalmente agresiva..., que se quedará para humillar..., y para ser sufrida [ “Ser extraño en la patria es insufrible”, acabamos de leer ] por el común de los mortales durante años y años.

     Llevo lustros haciéndome esta reflexión en forma de pregunta: ¿quién o quiénes han permitido que la grandeza ARTÍSTISCA del URBANISMO la hayan programado y EJECUTADO mentes solamente avariciosas..., raquíticas..., sin visión de pasado y futuro...?

[La ser y el éxodo (1975), libro cuarto; soneto II, página 54. En la Antología poética (1990), Universidad de Murcia, página 234. En Poesías completas (2005), Alfonso X; página 252].



Soneto

     Está mi corazón, que ya envejece,
igual que el árbol que, si más añoso,
su fruto es menos, pero más meloso
y más golosamente se apetece.

     Pues si ayer fue enterizo, hoy ya parece
un arrope olvidado, un oloroso
vino que el tiempo puso apetitoso
y a más esencia con los años crece.

     Tal es la fruta que, olvidada un día,
si entre las verdes ramas es hallada
al gustarla alabamos su valía.

     Y es tal mi corazón, pasa arrugada
entre otoñales viñas, que aún nos fía
la miel del tiempo en mosto condensada.


Comentario

     A la lectura de este soneto suelo acompañar estas dos reflexiones.

     Primera, y muy importante, que la idea o el hallazgo literario de Sánchez Bautista es acertadísimo, agudísimo; sin salirse de una de sus “inclinaciones” poéticas hacia lo que de la Naturaleza ha ido aprendiendo, gracias a su trabajo en Ella y con Ella, aquí consigue llevarnos a lo más hondo de nuestras reflexiones existenciales a través de esas realidades, digamos, huertanas, de las que conoce sus esencias y, sobre todo, su lenguaje, ese lenguaje que configura las cosas, según sus propias palabras.

     Segunda, lo que siempre digo de su modo de componer versos: ¿alguien puede pensar que el hecho de tener que dividir su discurso en endecasílabos u otras medidas, con sus rimas y acentos adecuados, no le obliga..., no le ayuda a su mente y corazón a encontrar las palabras adecuadas?... ¿Qué es primero, o qué es antes: la Idea Poética o la Palabra Poética?... ¿Cómo interaccionan entre sí?

     Y tercera, o a modo de estrambote: dicen de sus versos que no tienen la dulzura metafórica o extramaterial de poesías como las de Lorca o Miguel Hernández. Y siempre me pregunto: ¿es que, acaso, Sánchez Bautista, no ha conseguido hacer de toda su obra una majestuosa Metáfora del vivir humano?..., una Metáfora creada con su visión de la Naturaleza y las reflexiones (acto exclusivamente Humano) que ésta le propicia.; son reflexiones sin tiempo, ni espacio, ni medida, ni acuñación terruñera, ni...

     Gracias en tu cumpleaños, Francisco Sánchez Bautista.

     ¡Que veamos pronto ese libro de fecundos poemas de Amor!

(Del tiempo y la memoria, Alfonso X el Sabio, pág. 86. Antología poética, Universidad de Murcia, pág. 304. Poesías completas, Alfonso X el Sabio, pág. 330)

J. A. P.
Mayo-junio de 2010