Antonio Oliver Belmás, con 14 años, en Cartagena en 1917 [Antonio Oliver]
Antonio Oliver Belmás, con 14 años, en Cartagena en 1917
Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver
Carmen Conde, junto a Antonio Oliver, en la entrega de premios 'Elisenda de Montcada' en 1953 [Carmen Conde]
Carmen Conde, junto a Antonio Oliver, en la entrega de premios 'Elisenda de Montcada' en 1953
Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver

Antonio Oliver Belmás. Cartagena (Murcia), 1903 -  Madrid, 1968.

     Antonio Oliver nace el 29 de enero de 1903 en la Plaza de Risueño nº 11 de Cartagena. Es el quinto y último hijo del matrimonio formado por el arquitecto Francisco de Paula Oliver Rolandi y Encarnación Belmás Jiménez, quienes transmitirán al pequeño Oliver su entusiasmo por la poesía.

     Al finalizar sus estudios elementales se matricula en el Instituto General Técnico de Cartagena, donde realiza el Bachillerato. La muerte del padre en 1915 y la precaria situación económica en que se sume la familia, obligan a los Oliver a trasladarse de la casa que vio nacer a Antonio a otra situada en la Media Sala de Cartagena.

     Para hacer frente a la estrecha situación económica por la que atravesaba su familia, Antonio Oliver estudia oposiciones y en 1922 obtiene una plaza en el Organismo de Comunicaciones (en el que sirvió hasta 1939). Pero un año antes, al joven Oliver le detectaban la enfermedad que lo marcaría a fuego hasta su muerte: una endocarditis reumática que le deja una lesión en el corazón.

Primeras obras

     En 1923 Antonio Oliver comienza a colaborar con la Página Literaria de La Verdad de Murcia, a través de la cual entra en contacto con escritores como Juan Guerrero, con el que viajará a Madrid donde tendrá ocasión de conocer a Juan Ramón Jiménez. En 1925 publica su primer libro bajo el título Mástil, en el que Oliver entronca con el estilo de la Generación del 27.

     Durante el curso académico 1927-1928, Oliver estudia Filosofía y Letras en la Universidad de Murcia, recibiendo clases del poeta Jorge Guillén. En esta época conoce a la que posteriormente se convertiría en su esposa, la poetisa Carmen Conde. Sin embargo, la Universidad es suprimida y Oliver se ve obligado a abandonar sus estudios universitarios retomándolos años más tarde.

     Carmen Conde y Antonio Oliver contraen matrimonio en 1931 y juntos emprenden las gestiones para llevar a cabo un ambicioso proyecto que se materializaría en la creación de la Universidad Popular de Cartagena, para la que también fundan la revista Presencia. Sin embargo, no todo son capítulos de felicidad en la vida del matrimonio, ya que en 1933 nace muerta su única hija.

La Guerra Civil

     Antonio Oliver retoma sus estudios universitarios en 1935 y durante la Guerra Civil viaja a Andalucía como oficial primero del Cuerpo de Telégrafos.

     Pero el nuevo régimen que se impone en España tras la guerra obliga a Oliver a una reclusión forzosa en casa de su hermana en la Plaza de los Apóstoles en Murcia, donde permanecerá separado de su mujer, que se instala en El Escorial, en casa de unos amigos. Desde su reclusión Oliver escribirá bajo el seudónimo de Andrés Caballero.

     El 8 de abril de 1946 queda exculpado de los delitos de rebelión militar por lo que se le concede la libertad definitiva y  recibe el Premio Polo de Medina por El libro de las loas (1947).

     Buscando la tan ansiada estabilidad laborar, Antonio Oliver comienza su etapa de profesor en el Instituto Cervantes y en la Universidad de Madrid. Es en estos años cuando comienza a realizar investigaciones acerca de Rubén Darío, visitando a la última compañera del poeta nicaragüense en su casa de la Sierra de Gredos, con el fin de conseguir que conceda el archivo Rubén Darío al Ministerio de Educación Nacional.

     En 1956 se doctora en Filosofía y Letras con Premio Extraordinario por la Universidad de Madrid y dos años después la Fundación March le concede una beca para que escriba la biografía de Rubén Darío, que Oliver publicará bajo el título Este otro Rubén Darío y con la que conseguirá el Premio Aedos.

     En 1962 el gobierno de Nicaragua le impone la condecoración de la Orden de Rubén Darío en el grado de Gran Oficial, y en el año 67 es nombrado Director de la Cátedra Especial Rubén Darío de la Universidad de Madrid. Al tiempo, la Fundación March le vuelve a conceder una beca para que realice una serie de ensayos hispanoamericanos, pero Antonio Oliver no llega a concluir este último proyecto, ya que fallece el 28 de julio de 1968 en su casa de Madrid.