Bernabé Gil Riquelme

1941-1951: Recomposición de la imaginería religiosa tras la Guerra Civil

Bernabé Gil Riquelme vivió tiempos difíciles, la Guerra Civil esquilmó las economías y devastó gran parte de la imaginería local.

En esta época tuvo que recomponer muchas de las imágenes perdidas en la contienda. Regresó a Murcia para aplicar los cocimientos adquiridos en la madrileña Academia de Bellas Artes de San Fernando, a cristos, vírgenes, imágenes y santos que las diversas iglesias y cofradías le solicitaron.

De esta época es la imagen de Ntra. Sra. De la Asunción, para el camarín del Altar Mayor de la Iglesia parroquial de la Asunción de Molina de Segura. Es una talla en madera policromada, estofada y dorada, de unos dos metros de altura, con rostro salzillesco y manto de estilo barroco.

Bernabé Gil tallaba las imágenes religiosas en madera, con estilo naturalista e idealista, haciendo alarde de grandes conocimientos anatómicos. Este conocimiento queda patente en obras como el Cristo de las Penas, realizado en 1945, una bella talla de rostro sereno y expresión dulce, con un excelente estudio del diafragma, serratos e intercostales.

En esta época Bernabé Gil también realiza imágenes para localidades vecinas como Alguazas, Pliego, Sangonera la Verde o Javalí Nuevo. Destaca la imagen de la Virgen de los Ángeles para el altar mayor de la iglesia parroquial de Sangonera la Verde, esculpida en 1949. Se trata de una talla de singular belleza y muy naturalista. La Virgen aparece sentada, acompañada de su Hijo, con los brazos abiertos tratando de abrazar a San Francisco

1951-1976: La consagración de un discípulo de Salzillo, con personalidad propia

Bernabé Gil Riquelme también se aplicó a la piedra con muy buenos resultados, inspirando algunas de sus esculturas en la plástica escultórica griega.

En 1951 realiza el Grupo San Juan de Dios, con el que gana el Premio Salzillo. Es una obra soberbia y original, compuesta por tres figuras: San Juan de Dios de pie, en actitud solemne y con aire miguelangelesco; un joven desnudo, inspirado en la plástica escultórica griega; y el Niño Jesús, de elegante modelado.

Continúa Bernabé Gil en esta época esculpiendo imágenes para Molina de Segura y para las parroquias de otras localidades, en su mayor parte realizadas en madera policromada, dorada y estofada, con influencias salzillescas, aunque salvando la originalidad del artista.

Destacan en esta época los relieves de estilo naturalista como el Bajorrelieve alegórico al Trabajo, realizado en piedra artificial de 2.50 mts de altura y 1.80 de largo, para la Escuela de Maestría Industrial de Lorca.

En 1957 ejecuta el Altorrelieve de San Juan de Dios amparando a los enfermos, con el que gana su segundo Premio Salzillo.

Otra de sus obras emblemáticas fue la realizada entre 1962 y 1963 para la fachada de la Universidad de Filosofía y Letras de Murcia. Para ella esculpió Bernabé las cuatro virtudes cardinales: Caridad, Justicia, Templanza y Fortaleza. Sobre ellas y enmarcando un óvalo, se sitúan dos ángeles: uno de pie tocando la trompeta, y otro arrodillado sosteniendo con sus manos el óvalo.

Rematando toda la fachada y cobijada en una hornacina, aparece la Virgen María sosteniendo entre sus brazos a su Hijo. Las figuras se enmarcan dentro del estilo académico clásico.