Hall de entrada al Casino de Cartagena
Hall de entrada al Casino de Cartagena
Visita real de Alfonso XIII a Cartagena [Alfonso XIII en Cartagena, 1927]
Visita real de Alfonso XIII a Cartagena

Fotografías antiguas del interior (Archivo Casaú)

El Casino de Cartagena se ubicó desde 1861 en un palacio del siglo XVIII (Casa del Marqués de Casatilly) de la céntrica calle Mayor y fue inicialmente alquilado hasta que la Sociedad lo compra en 1890.

Reformas

La primera reforma del edificio la realizó el arquitecto murciano P. A. Berenguer en 1870, aunque en la actualidad no se puede precisar el alcance de aquellas obras. En 1897 la prensa local se hace eco de las obras que en ese momento se acometían en el Casino, con motivo de la celebración del tradicional baile de Carnaval, aunque no se conocen los artífices de las mismas.

Víctor Beltrí y R. Amaré son los que realizaron las reformas del Casino a finales del siglo XIX. Amaré decoró la escalera (su firma aparece en la pared) y Beltrí se encargó de la remodelación arquitectónica del edificio.

Diversidad

Hasta 70 casinos han existido en Cartagena, debido a la gran variedad de clases sociales y de ambientes. Se puede decir que cada barrio tenía uno propio, aunque fuese un bajo alquilado con un salón grande.

La mayoría de los casinos relevantes, como el Ateneo, el Club de Regatas, el Casino Militar, el Círculo Conservador Liberal, etc., se encontraban en la calle Mayor.

Además, a partir del año 1900 los principales clubes y casinos de Cartagena establecían una especie de casetas o quioscos en el muelle de Alfonso XII, frente al mar, cada vez que se celebraba una feria, práctica que se estableció de forma permanente a partir del 1904.

Relevancia social

Las paredes del casino han servido para albergar durante años todo tipo de actividades festivas y sociales allí realizadas, como conciertos, bailes, etc. Por ejemplo, el baile organizado con motivo de la visita de Alfonso XIII a Cartagena, quien no pudo acudir por una contusión en la pierna. Finalmente le representó Justo Aznar.

Los conciertos eran también bastante habituales en el Casino, donde actuó la banda de artillería a finales del XIX, o tenores de la talla del italiano Filibert en 1872.

El casino ha representado siempre un lugar de encuentro en el que los socios hablaban de asuntos de sociedad, política, etc. Solían ser de clase alta e influyentes, muchos de ellos pertenecientes a una burguesía enriquecida  por las explotaciones mineras de la sierra cartagenera, por lo que no era descabellado pensar que en este lugar se tomasen decisiones relevantes para el futuro de los cartageneros, al margen de celebraciones festivas.

A partir de la visita de Isabel II a Cartagena, el Casino se convirtió en un lugar representativo de la burguesía local. En el Eco de Cartagena (24 febrero 1887), los socios se lamentaban de no contar con un establecimiento propio 'para que tenga una instalación digna a su importancia, a su historia y a la clase social que representa'.

El mismo diario, de corte conservador, refleja en un artículo del 3 de marzo de 1897 que el Casino de Cartagena era 'el punto de cita de nuestra sociedad elegante y los bailes que en él se celebran llevan el sello de la distinción y el buen tono'.

El primer presidente del Casino fue el industrial, comerciante y jefe del partido liberal Ricardo Spottorno Biennert, también Hermano Mayor de la Cofradía California.

Tuvo otros presidentes ilustres, como el totanero General Justo Aznar Buttigieg, Caballero de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, Mérito Moral, Santo Sepulcro de Jerusalén, Senador, Diputado, Comisario regio, Cónsul de Austria y Hungría y Gentilhombre de cámara de Se Majestad, entre otros títulos.

En la actualidad son unos 200 los socios del casino, aunque han llegado a ser más de 500 hace unas décadas.