El MAM Divulga

La divulgación es una de las bases de la existencia de un museo. Una entidad reconocida con el calificativo de ‘museo’ no puede ser catalogada como tal si no tiene unos mecanismos de divulgación que conecten con el público al que va dirigido. Esto hace del método divulgativo un cauce de enseñanza y conocimiento de la historia de un lugar y de su pasado. La necesidad de una evolución de los museos con un discurso científico, basado en pruebas fehacientes que puedan garantizar unas conclusiones de calidad, ha motivado el establecimiento de un lenguaje divulgativo en los museos, que compagine el rigor histórico como unas fórmulas de expresión agiles y vivas, que enganchen y sean comprensibles para sectores cada vez más amplios de nuestra sociedad, mostrándole así su pasado, raíces y la procedencia de su cultura. Es lógico, pues, pensar que la divulgación es uno de los principales baluartes de todo museo de importancia.

En este sentido el Museo Arqueológico de Murcia no ha sido menos a la hora de plantear sus propuestas divulgativas. La promesa de enseñar el pasado de la región de Murcia al resto de la sociedad ha sido una de sus constantes desde su re-apertura. La afluencia de público, que ha ido in crescendo pese a la crisis económica, hasta los últimos premios obtenidos por el eficiente funcionamiento y peso socio-cultural, son pruebas que evidencian la positiva evolución que el MAM ha experimentado en esta década y muestran que las relaciones entre el museo y la sociedad son más completas gracias a los nuevos procesos de divulgación.

Una mera revisión de las cifras denota claramente como el balance de visitantes ha ido aumentando año tras año. Tras un primer año inaugural (cuyos resultados no pueden extrapolarse por ser fruto de la novedad), las cifras se situaban sobre los 30.000 visitantes anuales a la exposición permanente (años 2010-2011), que se vieron truncadas por la crisis.

La reducción de los horarios de apertura, la drástica disminución de la publicidad de las actividades desarrolladas, la reducción de medios y personal para llevar a cabo programaciones más completas y ambiciosas, y la propia reducción de grupos turísticos y escolares en sus visitas didácticas, hicieron retroceder nuestros balances hasta cifras en torno a los 25.000 visitantes (años 2012-2013).

La recuperación se empieza a hacer patente en los años 2014 y 2015, cuando se recuperan las cifras anteriores a la crisis económica, alcanzando entre 32000 y 34000 visitantes.

Lo más significativo es que está tendencia ha seguido yendo en aumento en los últimos años, a una media de más de 2500 visitantes más por año, teniendo previsto alcanzar los 40.000 visitantes como recuento final del año 2017.

Si tenemos en cuenta las estadísticas de público, nos encontraremos ante unas subidas constantes, de una media de unos 2.500 visitantes cada año, más en lo que llevamos de año que en todo el año 2016.

Esta imparable subida de público desde 2008 ha llegado incluso a récords de afluencia de, aproximadamente, 38.000 visitas anuales (dato del año 2016), marca prevista a superar en 2017.

Estas cifras responden únicamente, a los visitantes a la exposición permanente. Si incluimos a todos aquellos asistentes a las exposiciones temporales, unas 180.000 personas en estos diez años, o a todas las actividades didácticas y culturales complementarias del museo, alcanzaríamos otras 30.000 personas anuales.

En estos números tiene una singular importancia los grupos escolares, venidos de diferentes puntos de la región, que vienen a suponer cerca del 25% de las visitas. Gracias a la incansable labor de los monitores y a los programas de actividades didáctico-lúdicos, en lo que llevamos de 2017 han sido casi 8.500 los escolares que han disfrutado del MAM y su DEAC (Departamento de Educación y Acción Cultural).

Además, debemos destacar el elevado nivel de fidelización de este público; muchos colegios tienen ya establecida su visita al MAM cada año, y nosotros procuramos responderles con propuestas educativas variadas en cada ejercicio.

Pero el constante devenir de visitantes rompe las propias previsiones del museo en días de especial importancia para la cultura, como es el Día Internacional de los Museos, que se celebra tradicionalmente el 18 de mayo y Noche Europea de los Museos, pudiendo suponer hasta unas 5000 personas en solo esos días.

En cambio, en el lado negativo de la estadística debemos señalar como los visitantes de fuera de nuestro país apenas representan un 10% del total, y los propios grupos organizados españoles otro 6%. La localización del museo fuera del conjunto histórico de Murcia, y la escasa atención que se le presta en las oficinas locales de turismo, son sendos hándicaps que lastran este apartado de visitantes, que estimamos que podrían disfrutar del evidente atractivo del museo.

Si tenemos en cuenta la cantidad total de datos estadísticos positivos, no es de extrañar que el público vea al museo como un lugar de conocimiento y enseñanza. Las piezas expuestas no solo transmiten ideas de poder, sociedad o cultura, sino también transmiten un aura de belleza e interés personal.

Sabiendo esto y, con motivo de la exposición del X Aniversario, hemos querido aprovechar para hacer del público un ente participante en la realización de esta exposición temporal, haciéndola también suya.

Durante los meses de verano y principios de septiembre, el MAM ha pedido a sus visitantes que escogieran cual de toda la abundante gama de piezas musealizadas, cual es la que le llama más la atención. De las aproximadamente 70 encuestas realizadas, la pieza elegida y, por tanto, más “querida” por los visitantes ha sido el caparazón de tortuga de grandes dimensiones proveniente del Puerto de la Cadena, de gran valor paleontológico. En los siguientes puestos del ranking encontramos piezas tan interesantes como el kalathos ibérico del carnicero, decorado con el fascinante estilo Elche-Archena o los ya famosos ‘niños de Bullas’ de época romana, recuperados gracias a un decomiso y actualmente ubicados de nuevo en el noroeste murciano.

La divulgación histórica a partir de los objetos del museo no se limita a su exposición en las salas, ni las campañas de difusión para atraer al público y visitantes a las mismas, sino ,incluso, permitir su salida a otros lugares de la región y del país, para participar en exposiciones temporales de primer nivel, para multiplicar su conocimiento y atraer la atención sobre la historia de Murcia. He aquí la razón por la que entre diferentes museos es posible el intercambio de piezas de sus exposiciones permanentes. Esto no solo rompe con la visión tradicional del museo estático y rígido, sino que hace que las piezas viajen y sean conocidas fuera de sus “zonas de descanso”.

Con motivo de la exposición de este décimo aniversario, hemos repasado cuales han sido en este periodo las “piezas más viajeras”. El análisis nos ha permitido incluir que han sido algunas de las piezas más significativas provenientes del conjunto de Verdolay (necrópolis del Cabecico del Tesoro-Santuario de La Luz) aquellas que a lo largo de los años en más eventos ha participado y, por ende, ha sido visto por un mayor número de visitantes. De ellas hemos seleccionado para esta muestra la figura de terracota de “Nutricia”, un pebetero caracterizado con la cabeza de la diosa Tanit, y los exvotos de bronce del santuario de La Luz (uno masculino y otro femenino).

De especial interés para la divulgación es la opinión pública y su relación con el museo arqueológico. No solo los diferentes medios de información, sobre todo regionales, se han hecho eco de los innumerables eventos y actividades que el museo ha organizado o recibido desde su reapertura. A ellos se han incorporado recientemente, gracias a la era digital, internet como el medio información más ágil y rápido para dar a conocer todas las novedades, actividades y programación del MAM, mediante a la existencia de una página web propia, dentro del portal de Museos de la Región de Murcia.com.

La web de museo arqueológico de Murcia (https://www.museosregiondemurcia. es/museo-arqueologico-de-murcia) muestra de forma intuitiva todas las últimas noticias sobre el museo, así como su historia, toda la información sobre las exposiciones temporales y la permanente, así como las actividades y talleres que en él se dan. Actualmente estamos trabajando para incorporarle una visita virtual al museo, que permita incluso la accesibilidad a la ficha catalográfica de cada una de las piezas expuestas por este medio.

Pero no es solamente mediante los métodos convencionales y de publicidad como difundimos nuestra oferta y propuestas e intentamos atraer la atención de sectores cada vez más importantes de la sociedad murciana. También hemos desarrollado iniciativas directas de contacto con el público. En 2011 se creó en nuestra sede la Asociación de Amigos de los Museos Arqueológico y de Santa Clara de Murcia (ASAMAC), a partir de un reducido grupo de personas comprometidas con el patrimonio histórico.
ASAMAC tiene como principal objetivo fomentar la participación ciudadana en los mecanismos de defensa, conservación y difusión del patrimonio histórico y artístico, llevando a cabo diferentes actividades de índole cultural y recreativo. Con el objetivo de poder unir a diferentes personas con los mismos intereses comunes, en este caso el patrimonio, ASAMAC ha ido creciendo con los años, llegando a ser un referente de asociacionismo cultural en la Región de Murcia.

Al poco de su creación se incorporó a la Federación Española de Amigos de los Museos (FEAM) y fue anfitriona del Encuentro y Asamblea General de la misma en 2012.

Actualmente han superado ampliamente los dos centenares de asociados y cuenta con una programación de salidas culturales y de apoyo a las de ambos museos muy completa. La principal vía de comunicación de esta asociación con sus integrantes y demás interesados es la lista de correspondencia y su página web (http://asamac.org/). Simple y atractiva, es la encargada de informar sobre las actividades, talleres, seminarios, etc. que continuamente lleva a cabo la asociación.

El papel asociativo de ASAMAC se manifiesta en el establecimiento, desde hace ya algunos años, de diversos galardones, como el premio “Falcata” al socio del año; y el premio al socio de honor, el cual se trata de reproducción de la ya famosa imagen de ‘la Flautista’, una de las principales piezas del arte andalusí situada en el museo de Santa Clara, que se otorga a aquellas personas merecedoras de la distinción, por su papel desarrollado en el devenir del museo, su colaboración altruista con el mismo o el desarrollo de la ciencia arqueológica murciana, base temática de nuestro centro.

Reflejo de todo este trabajo por la calidad y mejora de los servicios que presta el museo, son los premios y reconocimientos recibidos, tanto por su funcionamiento e incansable función social y cultural, como por la calidad arquitectónica y accesibilidad de sus obras de reforma. Algunos de los premios dignos de mención son la ‘Q’ de Calidad Turística dada por ICTE (Instituto para la Calidad Turística Española), en colaboración con el SET (Servicio Especial de Turismo), las Comunidades Autónomas y FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias); galardón de gran importancia otorgado a los lugares y servicios públicos de especial relevancia e interés social, turístico o cultural. La distinción de honor dada por la Real Academia de Medicina y Cirugía y el ‘premio de Calidad en la Edificación 2017’ (Premio PRECAE) de la Región de Murcia.

En definitiva, el interés por la divulgación del museo se ha convertido en una de las principales novedades en el trabajo del Museo Arqueológico de Murcia en esta última década, sabiendo conectar con el visitante de una manera atractiva y completa. Ya sea con el uso de nuevas plataformas digitales, con las diferentes colaboraciones con otros museos o con asociaciones o fundaciones, etc. es innegable que el Museo Arqueológico de Murcia ha sabido adaptarse de manera brillante a los nuevos tiempos, siendo un ente vivo en la defensa, protección y difusión del patrimonio, no solo murciano, sino nacional. Esto le ha llevado a convertirse en uno de los referentes culturales de la ciudad, siendo el lugar en el que la Historia adquiere voz y forma.