“DIEZ AÑOS DEL NUEVO MUSEO ARQUEOLOGICO DE MURCIA”. UNA PRESENTACION.



Los primeros años del siglo XXI vinieron marcados por una fuerte apuesta, tanto de la administración central como autonómica, para la reapertura de sus dos grandes museos “provinciales” en la ciudad de Murcia.

La inauguración del Museo de Bellas Artes en el año 2005 y, especialmente, la del Museo Arqueológico de Murcia el 15 de marzo de 2007 supusieron no solamente la re-apertura al público y modernización de los edificios y museografía de los dos clásicos museos de la ciudad, sino también la ampliación de los espacios disponibles en los mismos, tanto para la exposición de sus obras, como de todos aquellos departamentos museísticos, de los que antes se carecía y que resultan imprescindibles para una entidad museística moderna.

De esta forma, esta fecha supuso, más allá del hito oficial, todo un punto de inflexión para la existencia y el funcionamiento de un nuevo Museo Arqueológico de la Región de Murcia (MAM). En estos diez años de trabajo en esta nueva fase, hemos asistido a una transformación, quizás insensible, pero muy significativa.

La existencia de una nueva sala de Exposiciones Temporales ha permitido albergar en la misma a una treintena de muestras, locales y nacionales, arqueológicas y culturales en general.
Sus nuevos almacenes han posibilitado un incremento exponencial de sus fondos, hasta triplicar los custodiados en el año 2007.

El MAM se ha convertido, en estos últimos años, en un instrumento básico en la lucha ante los delitos contra el Patrimonio Histórico, como espacio de custodia especializada de los bienes culturales recuperados en las numerosas operaciones abiertas por los Cuerpos de Seguridad del Estado.

La existencia de un departamento de Didáctica ha sido la base indispensable para poder diseñar y ejecutar más de dos centenares de talleres diferentes, para todos los niveles de edades y necesidades; escolares, monográficos, lúdico, socio-culturales, etc.

La instalación de un Taller de Restauración de piezas arqueológicas en el MAM ha permitido desarrollar una verdadera política de conservación preventiva de los ingentes fondos atesorados por la entidad, y el tratamiento de más de dos mil piezas en estos diez años. Se han tratado objetos no únicamente pertenecientes a la exposición permanente o a los inmensos fondos del museo, sino que se ha trabajado en colaboración con otros museos arqueológicos de la región, que no disponían de talleres ni personal semejante, e incluso de las nuevas excavaciones en curso, para actuar sobre piezas en grave estado de conservación y que precisaban de una intervención urgente.

Las nuevas instalaciones nos han permitido recibir a casi un centenar de investigadores nacionales e internacionales, interesados en estudiar a fondo los objetos de nuestro museo, y con ello se ha contribuido a aumentar el conocimiento científico sobre ellos y, por ende, de toda la prehistoria e historia antigua de nuestra Región.

El Museo Arqueológico de Murcia se ha constituido no solamente en un espacio expositivo de temática histórica, sino en un verdadero centro cultural, instalado en pleno centro de Murcia. Las actividades musicales (conciertos), literarias (presentación del libros y lecturas), científicas (Congresos y jornadas), divulgativas (charlas), etc. han venido siendo constantes en nuestra sede durante estos diez años, dinamizando la vida de la ciudad.

Toda esta dedicación ha merecido un constante incremento en el número de visitantes al museo, casi doblando su número, tanto en visitantes a las exposiciones, como los asistentes a todo tipo de actividades culturales complementarias. Igualmente, este fuerte entronque con la sociedad murciana se manifiesta en la pujanza e incremento del número de miembros de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico y de Santa Clara de Murcia, reflejo del apoyo a la programaciones ofrecidas y sostén de proyectos futuros.

En resumen, una satisfacción por el devenir del museo en estos diez años, que no debe ser, en absoluto, un objetivo de complacencia. Esta exposición se plantea como un punto de reflexión acerca de los retos abordados durante esta fase, a fin de tomar impulso y replantearnos las líneas de trabajo para el futuro, de forma que hagamos, día a día, esta institución más útil y fructífera para las necesidades y demandas de la sociedad murciana.

Consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente Javier Celdrán Lorente