A lo largo del periodo estudiado llegó a disponer de tres teatros. El primero, con el nombre de Apolo funcionaba ya a finales del S. XIX gracias a los personajes que pasaban temporadas en la localidad. Estaba ubicado en las calles Concepción y Aguirre. A éste le siguieron el Salón del Casino, inaugurado en 1918 y el Teatro-cine, en 1926.  El pequeño teatro Apolo cambió su nombre por el de Principal estando unido al Casino, del que fue separado cuando el médico Baldomero Romero compró el coliseo.  Más tarde lo vendió a José Escudero y éste acabó arrendándolo.