Retrato de Cayuela
Retrato de Cayuela

En julio de 1884 era tal la afición al teatro que la Compañía del actor Osorio tenía abierto un abono para quince funciones. Al año siguiente pasaba por el coliseo local la Compañía de zarzuela y opereta del Sr. Rojas y la del Sr. Baeza que procedía de un teatro de La Unión. Al acabar estas compañías fue un grupo de aficionados locales el que en junio de 1885 realizó sus pinitos de la mano de Pedro López.

Algún tiempo después fue la compañía cómico-lírica de Rodolfo Pardo la que hizo las delicias de un público entregado.  La había precedido el mes anterior la Compañía de Eduardo Pérez Cachet, contratada por el empresario, ciclista y actor Francisco Cayuela (a) frasquitón, de cuya curiosa biografía  ofrecemos el siguiente apunte.

Nacido en Totana en 1866 e hijo del que fuera Juez de Primera Instancia en Caravaca, Mula y Lorca (años después, magistrado de la Audiencia Provincial), Ildefonso Cayuela Mora y Matilde Aledo. Aparece documentalmente, corriendo junto a su primo Inchaurrandieta en el velódromo del 'Recreative' a finales del siglo XIX.  Sin embargo, para entonces ya era más que famoso en su localidad.  De hecho, cuando en marzo de 1890 tiene un accidente con su velocípedo, caída en la que se fractura un pie, la prensa se hizo eco del suceso; algo lógico, por otra parte, si tenemos en cuenta que en aquel momento Cayuela era una activo empresario que organizaba eventos culturales para los que contrataba compañías cómico-líricas.  

Todo el mundo del ciclismo sabía que a Francisco Cayuela se le conocía cariñosamente como 'frasquitón', a causa de su gran altura, fortaleza y volumen corporal, lo que no todos conocían era su gran afición al teatro que lo impulsó a enrolarse como actor secundario en la compañía de María Guerrero, con la que viajó a la Argentina, país al que terminaría emigrando. Sobre su talante generoso se cuenta que en 1901 interpretó un monólogo escrito por Jara Carrillo, en el Romea, en una función benéfica con la que se pretendía financiar los estudios de un tenor murciano en Madrid. En América contrajo matrimonio con una joven llamada Eusebia a quien apadrinó el mismísimo Presidente del país, Marcelo Alvear.  Entre las habilidades de este polifacético personaje se cuenta la ventriloquia, la magia, humorismo (escribía monólogos y los interpretaba).

El Teatro-Circo de Totana se llenaba en agosto de 1892 para ver 'El rey que rabió' obra que ponía en escena una compañía infantil del colegio Progreso y Porvenir de la Infancia, procedente de Cartagena y dirigida por Vicente Fuster. Como nota curiosa cabe mencionar que al parecer contaban con un vestuario superior a los 300 trajes.

Durante el verano de 1894 pasó por el escenario del Teatro-Circo una compañía de zarzuela que representó 'La Leyenda del Monje', el imprescindible 'Chateau Margaux', 'El gorro frigio', 'Las campanadas' y 'Las tentaciones de San Antonio', entre otras. De aquellas sesiones, sobresalió por sus dotes interpretativas el reputado maestro Vivas.   Aquel año nació el Salón de Verano Martínez.

Dando un salto en el tiempo hasta 1905 por falta de documentación, hallamos la siguiente referencia en relación a la actuación de la Compañía lírica de Fonseca que tuvo lugar en el mes de agosto. Para el verano de 1906 pasó por Totana la omnipresente compañía de zarzuela de Pura Galván poniendo en escena 'La Doloretes'; la acompañaban José Sánchez y Antonia García.

Caliente en todos los sentidos fue el verano de 1907: se inauguró el Teatro Romero, el Salón Novedades amplió la oferta de espectáculos y por si faltaba poco, el propietario del Teatro Circo contrató a las cupletistas Pepita Sevilla y a la famosa Fornarina, lo que al presbítero Gonzalo Canovas le pareció fatal, de manera que él y la asociación de Acción Católica, con Estanislao Abellán a la cabeza, se propusieron -como cruzada estival- evitar a toda costa el 'pecaminoso espectáculo'.  Si consiguieron o no su propósito es algo que no hemos sabido, pero finalizando este año se logró construir un barracón destinado a otro arte tampoco a salvo total de sospecha, el cine.  En cualquier caso, como había que amortizarlo, también estaba abierto a otro tipo de espectáculos de manera que en diciembre actuó en este local la célebre cupletista Conchita Ledesma, de 'fascinadora belleza', según el comentarista de prensa.  Y debía estar en lo cierto porque fue tal el éxito alcanzado que la empresa le tuvo que prorrogar el contrato.   Mientras, el Teatro Circo proseguía con sus funciones contratando en junio de 1908 a la compañía lírica del maestro Lozano de la que destacaba la tiple Rigoleta Samper. 

En noviembre de 1908 uno de los socios del Cinematógrafo que apenas contaba un año de funcionamiento, compró todas las acciones y remodeló el local. Se trataba de Antonio Romero que en noviembre de 1909 contrataba actuaciones de varietés con las bellas cupletistas Europa y Morenilla que permanecerían actuando en el local hasta enero del año siguiente.

En el Teatro Circo actuó en el verano de 1911 otro grupo de aficionados dirigido por Salvador Moreno que puso en escena la pieza 'Instantáneas', presidiendo el estreno Justo Aznar.  Y mientras éste coliseo y el local de Antonio Romero continúan su marcha, más que consolidada, la afición permite que les vaya surgiendo competencia aunque no podemos precisar su exacta fecha de aparición.  Sabemos, por ejemplo, que en 1918 ya funcionaba el Salón Cultural. En septiembre de 1923 otro local conocido como El Salón Novedades pasó a llamarse Salón Monje y también existía en esos años el Salón Rosa que alternaba cine, teatro y espectáculos de varietés.

Contratada por el Teatro Circo actuó en 1923 la bailarina y canzonetista Tania Mexican (jazzband), repitiendo por cierto la exitosa actuación del año anterior. Mientras tanto, en el Salón Novedades actuaba la Compañía de Federico Valverde con Pepita Martínez como primera actriz.  Fue este un año movido porque también pasaron por Totana Luis y Luisita Esteso (Salón Rosa), la cupletista Laura Domínguez y la compañía de Comedia de Enrique Borrás, con la obra 'La Seca', de Álvarez de Sotomayor.

Luis y Luisita Esteso volvieron a Totana en noviembre de 1926 pero esta vez contratados por el Salón Monje y un mes después, se estrenaba en el Salón Rosa una comedia en verso del autor local Alejandro Mosiende ('), titulada 'La dicha de don Zenón'.  Manolita Ruiz actuó en el Teatro Circo en 1927 y en el Salón Monje, al mismo tiempo, lo hacían los Sajor que de allí marcharon al Salón Espuña de Alhama.

En julio de 1928 fue una compañía de aficionados formada por 'señoritas totaneras piadosas y fieles..', miembros de la Asociación Hijas de Luisa de Marillac, las que pusieron en escena tres juguetes cómicos titulados: 'El primer fruto de Pinto y Luengo', 'González y González' y 'Quien fuera libre', de Jackson Veyán.  Entre las actrices destacaron : Carmen Yáñez, Petra Navarro, Elisa López, Hortensia Martínez, María Martínez, Secundina Sobejano, Juana Tudela y entre los actores: Antonio Arnao, Fulgencio López, J. Martínez Melquíades, León Arnao, Abilio Martínez, Antonio Fulgencio López, Miguel Jiménez y Ángel Manrique.