La plaza del marqués de Camachos fue un importante nudo de comunicación desde su origen. Además sirvió durante mucho tiempo como plaza de toros. En 1742, Murcia tuvo la autorización para empezar la construcción, cuyas obras se prologaron entre 1956 y 1759.

El conjunto de edificios recibió en un primer momento el nombre de Plaza del Barrio. Los propietarios de las casas que cerraban esta plaza se comprometían a dejar los balcones a los vecinos en los distintos actos y fiestas taurinas, salvo uno que quedaba reservado para la familia propietaria.  Hasta 1849 serviría como plaza de toros, momento en el que se trasladaría a la plaza de San Agustín. Esa misma plaza recibiría años después el nombre de Camachos, en recuerdo a D. Pedro Rosique, marqués de Camachos.

En esa misma plaza, con motivo de la llegada de Isabel II para la inauguración del ferrocarril se levantó un arco, del que hoy no queda más que testimonio histórico. Esta plaza -hoy en día un punto neurálgico para la ciudad- ha servido en su historia más reciente como estación de autobuses o, incluso, cine de verano. 

Plaza de Camachos