Semana Santa de la Región de Murcia

     No debe extrañar al visitante si, en una mañana de Semana Santa, se encuentra por las calles céntricas de la ciudad un grupo de nazarenos, vistiendo la túnica penitencial, pero sin cubrir el rostro con el antifaz del capuz y acompañados por una banda de música que interpreta alegres pasodobles. Nos habremos tropezado con la Covocatoria.

     Las llamadas "cofradías tradicionales" tienen por costumbre llevar a cabo este acto, a través del cual se avisa a lo miembros de la misma y a los ciudadanos en general de la proximidad de la salida del cortejo procesional. Por regla general, la Convocatoria se lleva a cabo la víspera de la procesión, aunque existen algunas cofradías, caso de la del Amparo, que la realizan la misma mañana del desfile.

     Se dan cita, en este acto, varios mayordomos que se reparten por grupos organizados el callejero urbano de Murcia. Estos grupos, que pueden ser cuatro o más, van acompañados de una banda de música que, como es tradicional, únicamente interpreta pasodobles y rara vez, alguna marcha procesional.

     El recorrido de este grupo, alegre y colorista, se realiza por todas las casas de los mayordomos de la cofradía para hacerles saber que el cortejo procesional va a salir a la calle casi de inmediato, momento que se aprovecha también para recoger una aportación aconómica que estas familias hacen a la cofradía y que se deposita en una bolsa, o limosnera, del mismo color de la túnica penitente que porta el mayordomo más antiguo o en quien él delegue. Se interpreta, ante la casa en cuestión, una pieza musical y la Convocatoria se traslada a otro domicilio. Del mismo modo, los nazarenos convocantes acuden a los organismos oficiales y medios de comunicación, cumpliendo con el viejo ritual de anunciar la salida de su procesión.

     Las Convocatorias de la Archicofradía de la Sangre, "la de los coloraos", que se realiza el Martes Santo, y la de la Cofradía de Jesús, "la de los moraos", que se realiza el Miércoles Santo, las más antiguas, sin duda, de toda la ciudad, van acompañadas asimismo de la primitiva sección de carros bocina y timbales, elementos ambos imprescindibles en estas procesiones y únicos en la Semana Santa de España.

     Otra Convocatoria singular, por sus características, es la de los archicofrades del Resucitado. Salen éstos a la calle en la mañanadel Sábado Santo, veinticuatro horas antes de la procesión, pero como quiera que la liturgia nos recuerda, todavía a esas horas, que Cristo esta muerto, los nazarenos "blancos" asisten en primer lugar, sin acompañamiento musical, a la iglesia-museo de San Juan de Dios, donde la Cofradía del Santísimo Cristo Yacente tiene instalado un túmulo funerario con una patética imagen de Cristo muerto, expuesta a la veneración de los fieles. Acuden ante él los nazarenos del Resucitado, sobre las diez de la mañana, rezan una oración, se interpreta, por la banda que les acompaña, una marcha fúnebre y a partir de ese momento salen a la calle para llevar a cabo la tradicional Convocatoria a todos los ciudadanos.