Fiestas Declaradas de
Interés Turístico Nacional.

 

 

Durante el reinado de Felipe IV, los franceses invaden parte de Cataluña. A la llamada del monarca, sesenta y un yeclanos, dirigidos por el capitán Martín Soriano Zaplana, marchan a Vinaroz el 17 de julio de 1642 y se acuartelan en la ermita-castillo de San Sebastián. Tras medio año de estancia, regresan a sus hogares sin ninguna baja. Su hondo sentimiento religioso, le impulsa a subir al santuario del Castillo para dar gracias a la Virgen, ante la imagen de Nuestra Señora de la encarnación.

Desde entonces, y siguiendo la costumbre, se baja la patrona a la parroquia de la Asunción, con disparos de arcabuces en su honor. De esta forma la celebración tiene un carácter de sencillez en la que los actos reflejan gratitud y amor a la patrona en torno al tronar pacífico de arcabuces de antaño.

Fuente: Ayuntamiento de Yecla, Concejalía de Comunicación y Turismo