Entre la vegetación que encontramos en las sierras de Moratalla resaltan ejemplares de magníficas proporciones y especial singularidad, algunos de ellos en un estado de conservación muy bueno:

    El Arce de la Cueva del Agua (Acer granatense) tiene 2,5 metros de perímetro y 11,5 metros de altura. Está situado en Sierra Seca y es un vestigio de lo que antes fue un bosquete mayor degradado para la obtención de leña y carbón.

    El Eucalipto de las Murtas es un curioso ejemplar de Eucalyptus camaldulensis, de 5,1 metros de perímetro y 23,2 metros de altura, que se bifurca en dos ramas principales a 2 metros de altura.

    El Enebro de Cañada de la Cruz (Juniperus oxycedrus subsp. badia), con 2,71 metros de perímetro y 6,1 metros de altura. Es el único ejemplar arbóreo de esta subespecie en la Región de Murcia.

    El Pinagral de la Muela es un ejemplar de Pinus pinaster de 3,25 metros de perímetro y 13,5 metros de altura.

    El Pinagral de los Barrancos es otro magnífico ejemplar de Pinus nigra y en muy buen estado de conservación, con 2,65 metros de perímetro y 20 metros de altura.

    El Almendro del Zacatín (Prunus dulcis), en las Salinas del Zacatín, tiene 3,45 metros de perímetro y una altura de 9,5 metros. En los últimos años se observan puntas de las ramas secas.

    El Roble del Serralejo (Quercus faginea), con 5,8 metros de perímetro y 14,75 metros de altura, constituye un resto de los abundantes robledales que aparecían en las vaguadas húmedas de las sierras de Moratalla.

    La Carrasca de la Molata (Quercus rotundifolia), con 5,5 metros de perímetro y 13,8 metros de altura. Se encuentra en buen estado de conservación, aunque ha sufrido la tala indiscriminada de dos de sus ramas.

    El Olmo del Buitre (Ulmus minor), con 3,5 metros de perímetro y 17 metros de altura, es el único individuo que no ha sido podado y no presenta síntomas de grafiosis, de ahí su singularidad.