Los datos demográficos y de distribución de especies de fauna son necesarios para desarrollar planes de gestión y manejo orientados a la conservación de las especies amenazadas y de su hábitat pero, a su vez, es necesario su seguimiento para comprobar el grado de amenaza y evolución en el tiempo y así dirigir adecuadamente los esfuerzos y los recursos económicos que son destinados a su conservación.

El seguimiento de aves acuáticas y marinas a largo plazo sirve para advertir el posible declive numérico de determinadas especies antes de que éste sea irreversible, o bien, apreciar incrementos o la aparición de nuevas especies. El seguimiento de la evolución numérica de las aves acuáticas es una útil herramienta para su conservación. Registrar su abundancia no es un fin, sino un medio con el que mejorar la gestión de las poblaciones y su hábitat. Por eso, en cualquier programa de seguimiento de este tipo se hace necesario plantear cuatro objetivos interrelacionados:

  • La delimitación de los espacios de seguimiento.
  • El estudio de la evolución numérica de las poblaciones.
  • El diagnóstico de las causas de tal evolución numérica.
  •  La elaboración de propuestas que contribuyan a su eficaz protección y a corregir los problemas de conservación detectados.

Todo esto supone el desarrollo de un programa de seguimiento e investigación que nos lleva a documentar el interés conservacionista de las poblaciones estudiadas y a diagnosticar los problemas que les afectan como paso previo al desarrollo de las medidas de recuperación y conservación que sean necesarias.