La arriada de la última bandera bajo la mirada de los jóvenes lobatos
La arriada de la última bandera bajo la mirada de los jóvenes lobatos
Murcia enclave ambiental/"Espuña, campamento de exploradores", de J.M. López Lacárcel

La creación, en 1974, de la Insignia por la Conservación Mundial, considerada como un signo de implicación activa, participación y compromiso y dirigida a su consecución por los jóvenes scouts, implicó en éstos un avance y un deseo vehemente en todo lo que supusiese protección de la vida natural.

En 1993 la Federación de Escultismo en España, y por consiguiente sus asociaciones federadas, entre ellas exploradores de Murcia, recibe el Premio Nacional de Medio Ambiente otorgado por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente.

Mientras tanto, Espuña se convierte en la sierra base de las actividades escultistas de los grupos de Exploradores de Murcia. La ayuda mutua entre la Consejería de Medio Ambiente y los exploradores es una realidad; como antaño ocurriera, los desbrozos y talas controladas reciben ocasionalmente la ayuda del escultismo. Los jóvenes adquieren competencias sobre orientación, pionerismo, tala de árboles, supervivencia, conocen los caminos que, en muchos de los casos, fueron descubiertos por las anteriores generaciones escultas, levantan planos y croquis de sus crestas y sus excursiones de fin de semana hacen que sus correrías por los montes los conviertan en patrullas de voluntarios que disfrutan andando por su suelo, vigilantes de sus rincones ante la posibilidad de una llama fatídica.

Cincuenta jóvenes de la Región participan en las Torcas de Palancares (Cuenca) en el verano de 1994 en el campamento Vigías del Fuego, dirigido por murcianos y de carácter medioambiental. Su entrenamiento había tenido lugar en nuestras sierras y especialmente en Espuña. Después, muchos de ellos se integrarán en equipos de retenes para la vigilancia de nuestros montes. La creación de una Red Scout de protección a la naturaleza confirma el hecho de que los problemas del medio ambiente constituyen no sólo una prioridad global urgente, sino también una cuestión a la que los jóvenes son particularmente sensibles. Representa para ellos un reto considerable y lo hace más atractivo para un mayor número de ellos. La red fomentaba las iniciativas de los muchachos permitiéndoles realizar sus planes de acción y proporcionándoles un mínimo de recursos financieros necesarios para el lanzamiento de pequeños proyectos.

Pasan los años y los muchachos siguen participando en cursos como los realizados por el Plan Infomur para saber cómo actuar en caso de incendios forestales y, así, poder devolver a la sierra un poco de lo mucho que ella nos está dando a cada momento.

El escultismo en la Región tiene una larga y afianzada experiencia en los campos de la educación y la acción a favor del medio ambiente que, hoy en día, siguen cultivándose en los jóvenes de esta Región para que hagan de los montes y espacios naturales un hogar en el que convivir y disfrutar junto a todos los amantes de la naturaleza. Este es el espíritu de Espuña, de la emblemática y protectora sierra que amparó bajo su abrigo a una juventud ávida de libertad y tolerancia. En este año del centenario del escultismo y del noventa aniversario de la fundación de su campamento, el espíritu de Espuña crece y vive en todos los murcianos.