Las estepas son un bioma de gran extensión terrenal y llano, de escasa vegetación y clima continental donde las precipitaciones son pobres y las temperaturas extremas. El origen del territorio estepario de la Región está en la regresión de las zonas boscosas por la mano del hombre para obtener más superficie de explotación agrícola. Extensas comunidades de bosques que coexistían con núcleos relictos de hábitats de estepa y especies típicamente esteparias. Así, no es infrecuente la denominación de pseudoestepa para su catalogación. Sin embargo, aunque el paisaje no sea típicamente estepario, las aves que lo habitan sí lo son, llegando a ser autóctonas y únicas en su entorno.

Vegetación y topografía son los criterios que se usan para distinguir las zonas más representativas de la estepa murciana. Así, distinguimos: los extensos cultivos cerealistas en Calasparra, Mula, Caravaca o Lorca; los espartales de Jumilla, Cieza, Puerto Lumbreras, Almendricos, Sucina, Alhama de Murcia, Aledo, Águilas y Mazarrón y las depresiones salinas en Guadalentín, Carmolí, Altobordo, Cope, Fortuna, etc.

Debido a la aridez hegemónica del suelo murciano, las estepas son uno de los ecosistemas más extendidos de la Región de Murcia, dominando sobre otros tipos de paisajes.