Las algas verdes, con unas 10.000 especies, viven en su mayoría en las aguas continentales, siendo marinas sólo el 10% de sus especies. Por sus pigmentos y sustancias de reserva, que son semejantes a las de las plantas terrestres, son consideradas por muchos botánicos como las predecesoras de las plantas superiores.

     Sus plastos son portadores de clorofila “a” y “b”, que son los pigmentos responsables de su coloración verdosa. Presentan también algunos carotenoides como pigmentos auxiliares. Poseen almidón como sustancia de reserva, que se acumula también en sus plastos.

     La pared celular, al igual que las de las plantas terrestres, se compone de celulosa y pectina, pudiendo estar en algunos grupos ligeramente impregnada de carbonato cálcico.

     Las clorófitas presentan una gran variedad de formas y niveles de organización, incluyendo desde formas unicelulares móviles (biflageladas) o inmóviles, hasta formas filamentosas (simples o ramificadas) o laminadas con pseudotejidos. La mayoría son de tamaño microscópico, aunque las hay de más de 1 m de longitud.

     La reproducción observada en las clorófitas es muy variada, existiendo tanto la asexual como la sexual. La reproducción asexual es por medio de esporas móviles (zoosporas) o inmóviles (planosporas). La reproducción sexual, muy difundida en este grupo, presenta una tendencia desde la isogamia, donde los dos gametos son iguales y móviles, hacia la oogamia, donde un óvulo inmóvil y de gran tamaño es fecundado por un espermatozoide móvil y pequeño. Los órganos reproductores asexuales son esporocistos o esporangios, mientras que los sexuales son gametocistos o gametangios, anteridios y oogonios.

     Los ciclos vitales son muy diferentes de unas especies a otras, siendo el más común aquel que comprende una fase haploide o gametófito y otra diploide o esporófito, pudiendo ser las dos fases iguales (generaciones isomórficas) o diferentes (generaciones heteromórficas).

     Las clorófitas pueden colonizar hábitats muy diversos y crecer en condiciones muy adversas. La mayoría de las especies son de agua dulce, una pequeña proporción (10%) son marinas, y hay unas pocas especies que pueden vivir en los dos medios e incluso en aguas salobres. En el mar la mayor parte de las especies son bentónicas, extendiéndose desde la zona de salpicadura hasta las máximas profundidades donde llegue luz suficiente para poder realizar la fotosíntesis y sobrevivir. Existen también especies planctónicas, constituyendo uno de los principales componentes del fitoplancton.

     La sistemática de estas algas ha sufrido en los últimos años grandes cambios como consecuencia de los nuevos conocimientos sobre la citología de sus células. En la actualidad las algas verdes se consideran agrupadas en 8 clases, estando las especies que se describen en esta pagina incluidas en las clases: Chlorophyceae, una especie, Ulvophyceae, siete especies y Bryopsidophyceae, ocho especies

Juan Carlos Calvín