Mar Menor

Talasoterapia

Las propiedades terapéuticas de lodos y arcillas se conocen desde antiguo, y han sido utilizadas por asiáticos y americanos durante siglos como cataplasmas para curar inflamaciones o reumas.

Las condiciones climatológicas del Mar Menor, con muchas horas de sol al año y una elevada salinidad, han propiciado que en el extremo norte de la laguna (conocido como La Puntica) se hayan depositado durante siglos unos lodos muy apropiados para tratamientos terapéuticos.

Un estudio de la Universidad de Murcia, elaborado en 1995, revela que estos sedimentos contienen un alto porcentaje de cationes, calcio, magnesio, potasio y flúor, así como aniones, cloruro y sulfato, muy superiores incluso a lo esperable en aguas con esta salinidad.

Además, hay una elevada presencia de arenas muy finas (limos y arcillas), que son las verdaderas artífices de las propiedades curativas atribuidas a los lodos, presentando un PH básico que oscila entre los valores de 7,12 y 8,45.

Los lodos basan su acción terapéutica en su gran poder de absorción, acción mineralizante, capacidad de neutralizar la acidez y su efecto estimulante de la cicatrización, por lo que su uso es muy recomendable en muchos tipos de patologías de la piel, como abscesos (acumulaciones de pus), úlceras, flemones, llagas, acné o forúnculos.

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