José Antonio López Espinosa
Arbusto de porte mediano, compacto, de algo más de 1 m de altura, que tiene de órgano subterráneo un rizoma grueso, del que parten numerosos brotes o turiones nuevos tras las lluvias, los espárragos, que se transforman en tallos leñosos, blancos, lisos, zigzagueantes y fuertemente espinosos. Hojas apenas aparentes, reducidas a escamas, de las que surgen fascículos de falsas hojas (cladodios), lineares, levemente ensanchadas en su extremo, de color verde glauco y hasta 3 cm de longitud. Flores muy numerosas, en grupos axilares, muy pequeñas, milimétricas, de seis piezas color blanco, sobre las que destacan igual número de anteras negras. Fruto de tipo baya, globoso, primero verde, después rojo, cuando maduro, que contiene una o dos semillas en su interior.
Hábitat y distribución
Matorrales en terrenos secos y soleados, preferentemente calizos, también en claros de pinar, sobre litosuelos pedregosos, etc. En España se distribuye principalmente por la mitad sur y levante, en territorios cálidos, siendo común y puntualmente abundante en la Región de Murcia, por la franja litoral y prelitoral, así como en los valles del Segura y Guadalentín.
Observaciones
Se trata de una de las plantas tradicionalmente más recolectadas en la Región de Murcia, siendo numerosos los pueblos que cuentan los días tras lluvias para salir al campo y buscar los nuevos brotes verdes, entre los tallos blancos de la base de la esparraguera, costumbre que ha unido, en los montes, a abuelos con nietos y a padres con hijos.
Otras especies murcianas son la esparraguera borde (Asparagus horridus) con tallos de color verde oscuro y fuertes acúleos o espinas, pero sin falsas hojas, habitual en espartales, la esparraguera de huerta (Asparagus acutifolius), con múltiples acúleos de tamaño reducido, típica de zonas húmedas en huertos y de sotobosques umbríos, y la esparraguera marina (Asparagus maritimus), propia de arenales costeros y exclusiva del Mar Menor en la Península Ibérica.
Sin duda, en Murcia, los espárragos silvestres más apreciados son los de la esparraguera blanca, por su grosor y tamaño, principalmente consumidos con un huevo frito o en tortilla, aunque se recolectan también los de las demás especies, sobre todo los de la esparraguera de huerta pero, también, incluso los de esparraguera borde y hasta los de la rara esparraguera marina, en Cartagena (J. Sánchez Balibrea, com. pers.), porque no dejan de ser espárragos y tienen textura y sabor común.
La esparraguera blanca (Asparagus albus) tiene una espectacular y abundante floración, que comienza en pleno verano (agosto). Aunque no en todos los individuos, sólo algunos, en unos pocos días el arbusto, sin hojas, con apariencia de estar seco, se cubre de miles de flores blancas, que desprenden además un agradable olor. Contrasta así la sequedad ambiental y de la planta con una explosión de flores que acompaña un trasiego de vida animal incesante, siendo numerosas las visitas de insectos.
José Antonio López Espinosa
