La rambla de Benito es un paraje natural muy conocido por diversos grupos de senderistas, a la vez que una zona de indudable valor etnográfico para los habitantes de Abarán, quienes desde antaño han utilizado sus aguas, como lo atestiguan los restos de diversas infraestructuras hidráulicas que jalonan su entorno.

También posee interés botánico y especialmente zoológico, ya que en ella se pueden observar diversas especies de sapos, cuyas poblaciones son cada vez más escasas en la región murciana.

Quienes deambulan por su cauce quedan prendados de los pintorescos paisajes que en ella observan; formas caprichosas que los procesos geológicos han generado y posteriormente esculpido, ruinas de antiguas viviendas e infraestructuras agrícolas e hidráulicas,… Pero en esta ocasión nos centraremos en sus aspectos geológicos y geomorfológicos, que constituyen la base de su posterior aprovechamiento biológico y antrópico.  

Como llegar

A la zona podemos acceder fácilmente desde la población de Abarán, al sur de ésta se localiza un puente que nos deja en las inmediaciones de la desembocadura de la rambla en el río Segura. Desde allí podemos desplazarnos 2 km aguas arriba de la rambla hasta el paraje de Las Pozas, donde comienza el itinerario cuyo trayecto es de unos 5 km, lo que supone un total de 14 km entre ida y vuelta.

Quienes deseen acortar la ruta pueden coger una carretera que parte a unos 140 m a la derecha del puente, que conduce al Santuario de la Virgen del Oro y proseguir por dicha carretera, dejando el santuario a la derecha, hasta el final de la vía, donde comienza la senda de los Forestales, siendo el trayecto de ida y vuelta de unos 10´5 km.

Recomendaciones

No visitar la zona en días lluviosos o tras éstos, ya que el trayecto discurre íntegramente por el cauce de la rambla y por materiales arcillosos (margas).
No bañarse en las pozas, ya que son el medio en el que realizan las puestas de huevos los anfibios.
No dejar restos de basura en la zona y respetar la gea, fauna y flora.
No coger fósiles, los cuales además de ser un patrimonio de todos, están protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 y por la ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Si se dispone de tiempo realizar la ruta de las norias, tras comer a base de excelentes tapas  en alguno de los bares existentes en el casco urbano de Abarán.  

Itinerario

La ruta geológica comienza en las inmediaciones del paraje de “Las Pozas” (coordenadas UTM; 638965 E / 4227532 N), desde donde podemos observar diferentes aspectos geomorfológicos; a la izquierda, aguas abajo, una planicie de tierras pobladas de albaricoqueros, de color pardo rojizo, que delata la existencia de un retazo de glacis que parte de la sierra del Oro. Tras él, la cresta de Las Ventanicas, que recuerda los restos de una muralla, aunque realmente se trata de un estrato vertical de areniscas marinas del Mioceno.

A la derecha, contrasta fuertemente el paisaje originado por las aguas de escorrentía que han esculpido cárcavas (bad lands) en las margas miocenas.

Poco antes de llegar a la senda de los Forestales se localiza la fuente de Benito, una mina de agua que se beneficia del acuífero calizo de la sierra del Oro, el cual está sellado en su base por margas las triásicas y, fundamentalmente, por las margas cretácicas sobre las que cabalga la sierra.

Pero lo más llamativo del lugar para los visitantes son las diversas pozas que el agua ha escavado en las calizas triásicas. Aunque desde la mirada de un geólogo podemos destacar las numerosas estructuras tectónicas que el cabalgamiento (desplazamiento) de unas formaciones geológicas sobre otras ha generado en la zona. Así, en el entorno de las ruinas del molino, se aprecian numerosas diaclasas rellenas de mineralizaciones de calcita, planos de falla mineralizados por carbonatos, estrías y acanaladuras que nos indican diversos movimientos de grandes masas rocosas, ya que las estribaciones de la sierra del Oro se desplazaron sobre estos materiales.

Si andamos un centenar de metros por la senda de Los Cazadores (a la derecha) también podemos deleitarnos con la visión de calizas perfectamente estratificadas, lapiaces que han modelado las aguas cargadas de dióxido de carbono y algunas bioturbaciones (galerías excavadas por invertebrados marinos) en las areniscas miocenas.

Ya en el estrecho, a la derecha, se puede apreciar la existencia de un magnífico ejemplo de falla con arrastre de los estratos, que han sido flexionados por el roce de los labios de la falla. Aguas arriba, se aprecian numerosos pliegues que disponen verticalmente las capas rocosas que millones de años atrás, en el Cretácico inferior, yacían horizontalmente formando el lecho marino. Es en estas rocas donde, con insistencia, podemos localizar los restos de diversos organismos que poblaron los mares hace algo más de 100 millones de años; como ammonites, belemnites y diversas galerías de otros invertebrados marinos.   

Posteriormente, el trayecto discurre por rocas más antiguas, con edades superiores a los 200 millones de años, que la orogenia Alpina ha desplazado sobre las margas, margocalizas y areniscas cretácicas. Se trata nuevamente de calizas marinas de mediados del Triásico, y de yesos originados en lagunas costeras al final de dicho periodo. Las primeras son duras y de color muy oscuro, como las del estrecho, mientras que los segundos son mayoritariamente rojizos o en bandas oscuras y claras, rayándose fácilmente con las uñas. Ambas litologías están muy fracturadas ya que representan la base de cabalgamiento de las calizas jurásicas, que actualmente originan la sierra del Oro.

Aguas arriba, en la casa del Trabuco, entre los yesos destaca un puntiagudo y oscuro relieve, cuyas rocas fueron explotadas para la realización de diversas estructuras de mampostería en la zona y la obtención de adoquines para el empedrado de las calles de Abarán. Se trata de rocas subvolcánicas triásicas (ofitas), cuya presencia se intuye desde el inicio de la ruta, ya que entre los depósitos actuales de la rambla se localizan numerosos cantos verdosos o azulados de esta roca.

Más arriba, volvemos a deambular nuevamente por las rocas cretácicas donde la presencia de pliegues sinsedimentarios (slump) nos informan de su sedimentación en una zona marina profunda y con pendiente, que facilitó el desplome y el plegamiento de algunos estratos semiconsolidados. Ya casi al final del trayecto quizás podamos observar unas extrañas “bolas” de elevada densidad que aparecen dispersas en las margocalizas cretácicas, nódulos diagenéticos compuestos por celestina y baritina. Algunos de los cuales presentan en la superficie pintorescas crestas que llaman la atención de quienes los observan, creyendo ver en ellos antiguas colonias coralinas.

Finalmente, el recorrido concluye en las proximidades de la Hospedería del Molino de Charrara (coordenadas: 635664/4226139), ya en el término municipal de Ricote, donde un pequeño salto de agua y los restos de infraestructuras hidráulicas, llaman la atención del viandante.  

Mapas de la zona

• Hoja nº 891 (Cieza) del Servicio Geográfico del Ejército. Escala 1:50.000.
• Hoja nº 891-IV (Hoya del Campo) del Instituto Geográfico Nacional. Escala 1:25.000.
• Hoja nº 891 (Cieza) del Mapa Geológico de España del IGME. Escala 1: 50.000.

Para saber más

• Gómez Espín, José María (1.999). Agua y medio ambiente en la cuenca del Segura. Papeles de geografía, nº 29. Pág. 99 y 101. Universidad de Murcia.
• Caballero Soler, Joaquín (2006). Doblamiento reciente en le rambla de Abarán. Programa de Festejos de Abarán. Ayuntamiento de Abarán.
• Arrufat Milán, L.;   Alias Linares, M. A.; Guillén Mondejar, F.; Rosillo Martínez, J. F.; Del Ramo Jiménez, A. y  Gómez Gómez, J. (2014). Concreciones de Bario y Estroncio en Aptiense-Albiense del Subbético de Murcia. Macla: Revista de la Sociedad Española de Mineralogía, nº 19.