El  suelo es uno de los recursos naturales más importantes para el desarrollo económico y social de la población, sin embargo los procesos de erosión y desertificación, en particular en litologías blandas, ocasionan importantes pérdidas y degradación. En todo el mundo existe una preocupación creciente por su conservación,  más aún en las zonas áridas y semiáridas donde los suelos son mucho más frágiles y vulnerables. España es el país europeo con más alto riesgo de erosión y desertificación, dentro de éste, la Región de Murcia, con la mitad de su territorio con procesos de erosión graves, ofrece junto a la vecina provincia de Almería, el paisaje más erosionado y desertificado de la Península Ibérica. Los lugares donde mejor se pueden observar las huellas de esta erosión corresponden a las cuencas marinas que formaban los márgenes del Mediterráneo durante el Neógeno; Fortuna, Mula, Abanilla, etc. Algunas de estas cuencas poseen zonas que están tan profundamente erosionadas que tienen un alto interés científico, didáctico e incluso turístico por la espectacularidad de sus paisajes, éstos son conocidos popularmente como "paisaje lunar". De los rincones erosionados de Murcia, el paisaje de Gebas, es uno de los más asombrosos, porque se trata de un sector poco antropi¬zado debido a lo abrupto del terreno y a las escasas vías de comunicación que posee.

En 1992, mediante la Ley 4/92 de Ordenación y Protección del Territorio de la Región de Murcia fue declarado Paisaje Protegido. Las directrices  para la ordenación de sus recursos naturales, conservación y utilización se definieron en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales nº 13/1995 junto al Parque Natural de Sierra Espuña.

Su nombre viene dado tanto por su geomorfología como por encontrarse la mayor densidad de barrancos cerca del caserío de Gebas, núcleo rural situado en la zona norte del Término municipal de Alhama de Murcia. Se trata de un espacio natural de más de 2.000 hectáreas encajado entre tres sierras: Espuña, al oeste, La Muela y el Castellar, al sur, El Cura, al este y el altiplano de Fuente Librilla, al norte. Su principal drenaje lo tiene a través de las ramblas de Algeciras y Librilla que desembocan en el Río Guadalentín. Aquí nos centraremos fundamentalmente en describir las bondades geológicas de uno de sus mejores tesoros; la Rambla de Librilla y el Barranco del Infierno.

Cómo llegar

El modo recomendado para la visita es caminando por el cauce de la Rambla de Librilla, en un recorrido de unos 8 km ida y vuelta. La carretera comarcal C-2, Librilla-Fuente Librilla cruza el trasvase Tajo-Segura, aquí se pueden dejar los coches, e incluso un autobús y siguiendo el trasvase enseguida se accede al cauce de la rambla. Al Barranco del Infierno se accede a un kilómetro de la presa a mano derecha, después de una pronunciada curva de la rambla; es de fácil localización ya que la desembocadura de este barranco en la rambla está truncada por un dique de contención, existiendo un camino a la izquierda de este dique que nos facilita el acceso (coord. 642.450.63-4.197.010.15).

Para vistas panorámicas, a unos 4,5 km de esta carretera parte una pista forestal de tierra, en mal estado, que lleva a la casa forestal de los Ballesteros y que pasa por la presa de contención de la rambla. Esta pista presenta hermosas panorámicas de todo el Paisaje Protegido de Gebas en la ladera norte del Castellar. También por la carretera 3315, Alhama de Murcia-Pliego, se accede a Gebas, pasado el cementerio hay un camino que nos lleva a un mirador con hermosas panorámicas de los barrancos de la cabecera de la rambla de Algeciras. Ya en fuente Librilla, se puede observar la parte final de la rambla homónima y el barranco del Pantano.

La carretera de servicio del postrasvase Tajo-Segura, permite un magnífico recorrido geológico por el sur del Cerro del Castellar-Presa de la Rambla de Algeciras-norte de la sierra de la Muela.

Recomendaciones

• El itinerario geológico a pie se hace por el cauce de la rambla y barrancos principales sin dificultad, si bien es necesario tomar precauciones por el riesgo de desprendimientos o caídas.

• Existen en el recorrido algunas zonas con pinos, a la entrada del los barrancos Infierno y Saladillas, idóneas para el descanso.

• Existen varias zonas donde se puede ver una visión general del modelado: en el mirador que se ha hecho cerca del cementerio de Gebas y en la ladera norte del cerro del Castellar.

• No se recomienda hacer la visita en días de tormenta, por el riesgo de avenidas.

• Si se organiza la excursión en autobús, éste se puede dejar en una explanada que hay en la carretera de Librilla a Fuente Librilla en el cruce con el postrasvase Tajo-Segura.

• Aunque la carretera de servicio del postrasvase Tajo-Segura es apta para vehículos hay que tomar precauciones por el riesgo de caída.

• No dejar restos de basura en la zona y respetar la gea, fauna y flora.

• Se recomienda no hacer el recorrido en las horas centrales del día, ni en verano, sobre todo por la exposición al sol ya que no hay vegetación arbórea.

• No coger fósiles, los cuales además de ser un patrimonio de todos, están protegidos por la ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Clima y biodiversidad

Las condiciones climáticas del espacio protegido de Gebas, se caracterizan por una temperatura media anual de unos 18ºC, temperatura media del mes más frío, enero, de 12ºC y 28ºC para la media del mes más cálido, julio. La precipitación anual es muy variable oscilando entorno a los 250-300 mm, si bien estas precipitaciones son muy irregulares; suelen caer fundamentalmente en otoño y primavera en un tiempo muy corto y con una gran intensidad, habiendo largos periodos sin precipitaciones. La evapotranspiración potencial calculada que puede estar sobre los 1100 mm.

Desde el punto de vista biológico, Gebas tiene una gran importancia por la singularidad e integridad de sus ecosistemas. Además de su interés faunístico por las especies esteparias, destacan las comunidades vegetales incluidas en los tipos de hábitats prioritarios de interés comunitario, caso de las estepas yesosas (Gypsophilatalia) y las formaciones subestépicas de gramíneas y anuales (Thero-Brachypodietea).