A continuación se hace un breve recorrido por la diversidad paleontológica de la Región de Murcia:

Yacimientos prejurásicos

     Los yacimientos anteriores al Jurásico son muy escasos en esta región, ya que las rocas de edad paleozoica han sufrido, procesos de metamorfismo más o menos intenso. Por otro lado, gran parte de los terrenos triásicos, se depositaron en medios relativamente inhóspitos para la vida (facies Keuper) y han experimentado importantes deformaciones (base de cabalgamiento de los mantos y diapiros salinos). No obstante, en los materiales sedimentarios de edad paleozoica (Silúrico-Devónico) del Complejo Maláguide de la Sierra de la Torrecilla (Lorca), se han localizado calizas con restos de invertebrados. En las calizas marinas del Triásico medio (Muschelkalk) existentes al noroeste de Blanca y especialmente en Bullas, Caravaca y Calasparra se observan, en ocasiones, lumaquelas de bivalvos y restos de cefalópodos (ceratítidos).

Yacimientos jurásicos

     En el Jurásico de Murcia destacan por el elevado número de especies y ejemplares de cefalópodos, las calizas nodulosas del Jurásico inferior de Moratalla y las calizas nodulosas rojas del Subbético externo, que originan numerosos yacimientos en el Dooger y Malm de las sierras de Lugar, Corqué, Oro, Burete, Cabras, Quípar y Moratalla, principalmente. También existen yacimientos semejantes a los anteriores en los materiales del Subbético interno de las sierras del Gigante, Almiréz y Cambrón, así como, en los afloramientos del Prebético externo existentes al oeste y norte de Jumilla. Otros yacimientos del Jurásico, dignos de nombrar, son las calizas y margas de las sierras de Ricote, Peña Rubia de Cehegín y Espuña.

     Las series jurásicas de calizas nodulosas, representan depósitos condensados de carbonatos ricos en restos de ammonoideos, que tuvieron lugar en umbrales poco subsidentes, situados relativamente lejos del continente y en ocasiones, parcialmente emergidos originando superficies endurecidas de color rojo que se denominan “hard ground”.

Yacimientos cretácicos

     En los sedimentos y rocas cretácicas, destacan los yacimientos de cefalópodos del Cretácico inferior de los afloramientos subbéticos, existentes al sur de Calasparra y Cehegín-Caravaca, oeste de Ricote, y noroeste de Fortuna. En algunas series aparecen niveles ricos en braquiópodos y equinodermos irregulares.

     En los materiales del Prebético meridional son frecuentes los yacimientos de ammonites (Sierra de la Puerta) y sobre todo de equinodermos y cefalópodos del (noroeste de Fortuna, norte de Molina de Segura, etc.).

     En el Prebético interno destacan los nautilus de Moratalla, los arrecifes de rudistas de la Solana del Sopalmo-Sierra Larga y de los materiales de esta época de las sierras del Carche, del Cuchillo, del Buey, Magdalena Cubillas, etc., que representan ambientes marinos que van desde medios de plataforma, interna y externa. Asociados a estos ambientes aparecen margas ricas en orbitolinas y, calizas y areniscas con moluscos litorales, braquiópodos, corales, etc. En los materiales depositados en medios de transición cretácicos de Yecla y Jumilla, se han localizado, restos vegetales, huellas y huesos de macrovertebrados (dinosaurios).

Yacimientos Paleógenos

     En el Paleógeno de Murcia sobresalen los yacimientos eocenos de macroforaminíferos del Maláguide de Sierra Espuña (algunos de más de 10 cm).También son dignos de mención los afloramientos eocenos de las sierras de la Pila, de la Puerta, de la Muela-Somogil y del Carche. En estos yacimientos existen altas concentraciones de nummulítidos y alveolínidos, y en ocasiones, sedimentos con abundantes restos de corales, equinodermos, vegetales y moluscos. Sin olvidar los yacimientos palustres de moluscos asociados al lignito de Sierra Espuña.

Yacimientos Neógenos

     Gran parte de la Región de Murcia está ocupada por rocas depositadas en el neógeno en ambientes sedimentarios marinos y de transición (deltas, playas…), comúnmente muy favorables para la vida, lo que generó infinidad de yacimientos paleontológicos. De entre los que cabría resaltar:

     Las bioconstrucciones arrecifales de las cuencas neógenas de Fortuna, Mula-Alcantarilla y Lorca.

     Las calcarenitas bioclásticas y areniscas limosas depositadas en rampas y plataformas carbonatadas marinas, donde existen abundantes restos de equinodermos (Clypeaster sp.), pectínidos y ostréidos. También cabe destacar los yacimientos de esponjas silíceas (laocaetidos) y córneas (litisteidas), ya que estos organismos son relativamente escasos en el registro fósil desde finales del Mesozoico.

     Los sedimentos continentales, deltaicos y marinos que han liberado restos de sirénidos, ballenas, aves, tortugas gigantes, mastodontes, etc. de Mazarrón y Águilas, pero sobre todo destaca el yacimiento del Puerto de la Cadena.

     Los afloramientos de margas apergaminadas y diatomitas (continentales y marinas) del Messiniense de Lorca, Mula, Fortuna, Molina de Segura, Murcia, etc., por la existencia de numerosas especies de diatomeas y peces, y más raramente, de cefalópodos, crustáceos y restos silicificados de vegetales.

     Los materiales continentales del Vallesiense, Turolienses y Plioceno, donde aparecen restos de vegetales silicificados, invertebrados y vertebrados, tanto terrestres como acuáticos, sin olvidar los yacimientos de icnitas de vertebrados, como el de la Hoya de la Sima y el de la Sierra de las Cabras, ambos en Jumilla, las huellas de ave, o de hiena de Fortuna-Abanilla-Molina.

     Los sedimentos areno-limosos litorales del Plioceno (Águilas-Mazarrón), ricos en restos de equinodermos, bivalvos y especialmente de braquiópodos y briozoos.

Yacimientos cuaternarios

     En el Pleistoceno marino del litoral murciano destaca, por sus implicaciones bioestratigràficas y paleoclimáticas la aparición de Strombus bubonius (depósitos tyrrhenienses), junto con otros géneros de moluscos indicadores de aguas cálidas.

     Del Pleistoceno continental son sobradamente conocidos los yacimientos de la Sierra de Quibas, en Abanilla, Cueva Negra en Caravaca y de la Mina-Cueva Victoria en Cartagena. Este último ha sido incluido en el inventario español de Lugares de Interés Geológico de relevancia mundial. En estos yacimientos se han encontrado restos de vertebrados de fauna africana como hipopótamos, elefantes, jirafas, babuinos, tigre sable, hienas, ciervos gigantes, osos, etc., que muestran la exótica y variada biodiversidad de aquel tiempo en Murcia.

     También son importantes los yacimientos paleontológicos cuaternarios de vegetales. Hay muy buenos ejemplos de edificios travertínicos en Murcia como el Salto del Usero en Bullas, la cueva de la Mauta en Aledo, en Caravaca entre otros. Aunque los más espectaculares por extensión y conservación están en el entorno de los Baños y Puebla de Mula.

     Pero, sin lugar a dudas, por su importancia mediática, los restos humanos son los principales hallazgos. De momento, En Murcia se han encontrado tres yacimientos con restos humanos; son en Mina-Cueva Victoria (San Ginés de la Jara) con restos de homínidos de los más antiguos de España, más de un millón de años, en Cueva Negra (Caravaca), con restos preneardentales y en la Sima de las Palomas (Cabezo Gordo, Torre Pacheco) con restos del hombre neardenthal.