Arbutus unedo. Sierra de la Pila
Pequeño madroño de porte arbóreo, formando parte del sotobosque de un pinar-encinar.
José Antonio Fernández Martínez
Frutos del madroño
Frutos del madroño

    El madroño es un arbusto o árbol de pequeño tamaño de hasta 7 metros de altura, con ramas de corteza rojiza.

    Sus hojas, perennes, son simples, bastante duras y persistentes, de forma lanceolada y con borde aserrado, y están distribuidas de forma alterna. Tienen un color verde muy vivo por el haz y su tamaño varia entre los 4 y los 15 cm de largo, aproximadamente.

    Las flores del madroño tienen una forma muy característica llamada "urciolada", son campanillas globulares de pequeño tamaño (de 1 cm, como muy grandes) con una boca muy estrecha, cuyo color pasa desde el amarillo pálido al blanco con algunos tonos rosáceos en su interior. Además aparecen agrupadas en racimos que cuelgan hacia abajo. Florece entre septiembre y enero.

    Sus frutos son de forma redondeada, de hasta 3 cm de diámetro y de aspecto granuloso. Cuando no están maduros tienen un color verdoso pero es al madurar adquieren un color rojizo muy vivo.

Hábitat

    El madroño es una especie asociada al encinar o carrascal continental, y al bosque húmedo y frío en su interior, apareciendo en las zonas especialmente húmedas de éste.

    Necesita unas precipitaciones anuales superiores a los 400 mm y es un arbusto-árbol muy característico de la Península Ibérica, al igual que el bosque al se asocia.

Distribución

    En la región aparece en las sierras de la cuenca del Río Mula, la cuenca alta del Segura, Comarca del Noroeste y en algunas sierras aisladas de la zona oriental de la región como en la Sierra de la Pila y en la del Carche, siempre por encima de los 800 m (800-1300 m), aunque en huertos y zonas rurales con suficiente riego no es importante la altitud.