José Antonio López Espinosa
Planta perenne, herbácea, bulbosa, con tallo (de tipo escapo) enterrado o semienterrado, de hasta casi 10 cm de longitud. Hojas externas lineares, de aproximadamente 0,5 cm de ancho y hasta 15 cm de altura, retorcidas y erectas, o giradas helicoidalmente y con frecuencia tumbadas durante la fructificación, de extremo atenuado y romo (redondeado), con color verde intenso, aunque algo céreas y entonces de cierto aspecto superficial blanquecino, ausentes durante la floración. Hojas externas reducidas a prácticamente escamas, envainadoras. Flores solitarias, con corola amarilla, pentámera, de cinco piezas, de lineares a lanceoladas, desiguales, apiculadas, de hasta 4 cm, inicialmente agrupadas y, entonces, formando un tubo más patente. El ovario, en su base, está protegido por una espata característica y papirácea. Fruto de tipo cápsula, subesférica en la maduración, con una prominencia apical central.
Hábitat y distribución
Crece principalmente en pastizales cumbreños, en bolsas de suelo y terrenos pedregosos, también en claros de encinar, etc. Especie distribuida por el sur de Europa, oeste de Asía (Cáucaso, Turquía e Israel) y norte de África (Marruecos y Argelia), que en la Península Ibérica se encuentra por las montañas del centro y mitad sur. En la Región de Murcia se presenta en las cumbres de las sierras del Noroeste, Sierra Espuña, Sierra de Cambrón y, puntualmente, en el Altiplano (Tobarrillas).
¿Dónde encontrarla?
En Sierra Espuña, durante septiembre. Encontrarla podría ser fácil, junto a cualquier camino o senda de las cumbres si está en floración, porque llamarán la atención sus vistosas flores amarillas, a pesar de su pequeño tamaño. Así ocurre en la mayoría de las ocasiones, cuando se produce una observación fortuita, lograda por simple azar. Sin embargo, detectarla también puede ser todo lo contrario, casi una misión imposible, incluso disponiendo de indicaciones precisas. Se trata, por tanto, de un reto botánico difícil, de un hallazgo complicado.
Observaciones
Especie protegida, incluida en la categoría "Vulnerable" en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia (Decreto 50/2003, BORM núm. 131).
Detectada por primera vez en 2001, cerca de las casas de Puerto Hondo (Moratalla), en “Los Castillitos”, por Enemérito Muñiz. Según este agente medio ambiental los pastores de la zona, de Sierra Seca y Valle de la Rogativa, suelen observarla con regularidad cada otoño húmedo, de forma dispersa, por lo que no sería una bulbosa rara en determinados enclaves, sino habitual y hasta común.
Se da la particularidad de que es una planta muy baja, apenas sobrepasa 5 cm el nivel del suelo, con floración efímera y dependiente de las lluvias, por lo que las flores y su abundancia dependen de las precipitaciones estacionales y las fechas en las que se producen. Este podría ser el motivo principal de su rareza, la dificultad que entraña su localización.
Una especie similar es la azucenita amarilla, azafrán dorado o cólquico amarillo (Sternbergia lutea), cultivada por su valor ornamental y conocida como naturalizada en la huerta de Socovos (Albacete), territorio limítrofe muy próximo a Benizar (Moratalla), también en las inmediaciones del castillo de Yecla. Precisamente, por tratarse de un genero muy apreciado en floricultura, las especies del género Sternbergia se contemplan en el Apendice II del CITES o Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres.
José Antonio López Espinosa
