José Antonio López Espinosa
Pequeño arbusto de hasta 80 cm-1 m de altura, glabro, sin glándulas. Tallos erectos, ocasionalmente postrados, leñosos, con hojas simples, lineares, alternas, carnosas, dispuestas en fascículos axilares, de hasta 5 cm de longitud, estrechas, no mayores de 0,5-0,7 cm de ancho. Flores amarillas en inflorescencia de tipo capítulo, pedunculado, solitario o en grupos corimbiformes, las externas hemiliguladas, sólo femeninas, con lígula linear, las interiores flosculosas, hermafroditas. Fruto en aquenio pubescente, de hasta 3 mm, con vilano de 4-5 mm, también peloso.
Hábitat y distribución
Crece en terrenos salobres y salinos con vegetación halófila, lugares húmedos con hidromorfía temporal, a veces encharcados, en exposiciones muy soleadas. Especie del Mediterráneo y también Atlántico occidental (costas del norte y oeste de la Península Ibérica, Francia y sur de Gran Bretaña e Irlanda), distribuida por toda la franja litoral de España e Islas Baleares, penetrando hacia el interior por el valle del Ebro y cuadrante sureste. En la Región de Murcia es común en la ecología indicada de la zona costera y determinados saladares y ramblas salinas del interior.
Observaciones
Florece desde bien entrado mayo hasta septiembre, pudiendola encontrar en floración hasta finales de otoño, a mediados de diciembre. Se ha comprobado que las semillas de esta planta, como las de muchas otras de saladares, tienen dificultades para germinar en suelos con concentraciones altas de salinidad, lo que delata que la propagación vegetativa es probablemente la principal estrategia de multiplicación en ambientes salinos.
José Antonio López Espinosa
