Vuelvepiedras
Vuelvepiedras
Vicente Hernández Gil
Vuelvepiedras
Vuelvepiedras
Vicente Hernández Gil

Descripción

     El plumaje del Vuelvepiedras común cambia de aspecto según sea invierno o época de cría. En invierno el dorso y la cabeza son pardo negruzcos mientras que en verano tiene tonos castaños en el dorso, y la cabeza es más clara. En ambas épocas presentan una franja pectoral negra sobre el vientre blanco; las patas son cortas, anaranjadas, y el pico también corto y recto, negro.

     Lo que más llama la atención es el diseño blanco y negro de sus alas, cuando echan a volar, pues posados en las orillas, sobre las arribazones, restos de algas y plantas, se camuflan de tal manera que pasan completamente desapercibidos, incluso estando muy cerca de ellos.

Hábitat y distribución

     Los vuelvepiedras son aves norteñas que se reproducen en terrenos rocosos del litoral ártico. Vuelan hasta las partes más meridionales de África, América del Sur, incluso hasta Oceanía, para pasar los inviernos.

     En Murcia podemos verla como invernante y migrante escaso en nuestras costas, incluidas las orillas del Mar Menor, y charcas salineras.

Costumbres y alimentación

     Aunque su nombre indique otra cosa, no levantan sólo piedras para encontrar bajo ellas su alimento, sino que también levantan maderas, conchas, algas, peces muertos... cualquier cosa que debajo pueda ocultar insectos, gusanos, moluscos o crustáceos.

     Es un ave gregaria, aunque en nuestras costas sólo se puedan contemplar pequeños grupos.

Protección y conservación

     El mantenimiento de las arribazones, los depósitos de algas y Posidonia, una planta marina, en las playas dentro de los espacios naturales como San Pedro del Pinatar, Calblanque, Águilas, Lorca, Mazarrón... son de gran importancia para proporcionar alimento a numerosas aves, como los vuelvepiedras, además de aportar nutrientes a la vegetación dunar, y protección para las playas frente a temporales.

     Una equivocada política de "limpieza de playas", cuando lo que se retira de las orillas no es suciedad, y más en espacios naturales protegidos, rompen las relaciones entre las especies y el medio físico, es decir, los procesos naturales que tienen lugar en un ecosistema tan frágil como son las playas y áreas dunares asociadas.

Curiosidades

     Son de tal envergadura sus movimientos que aves anilladas en Canadá han venido a invernar a la península.

Vicente Hernández Gil