Percheles
Escobilla (Salsola genistoides), detalle de la infrutescencia -con alas de coloración típica-
José Antonio López Espinosa
Baños de Mula
Escobilla (Salsola genistoides) en terrenos margosos
José Antonio López Espinosa

    Pequeño arbusto de hasta 1 m, con raíces principales gruesas y profundas, que se continúan en una enmarañada red de pequeñas raicillas sucesivamente muy ramificadas y divididas, de color blanco-amarillento. Tallos delgados, estriados, pardos o prácticamente negros, intrincados, los jóvenes verdes, desarrollándose en el extremo de los anteriores, con hojas, lineares, cortas, de 0,5-1 cm de longitud. Inflorescencia espiciforme, de flores en densos y largos grupos al final de las ramillas. Flor poco vistosa, hermafrodita, de simetría pentámera, en la que no se diferencia cáliz ni corola, sólo cinco piezas (tépalos), entre los que se encuentran los cinco estambres, el órgano más desarrollado y claramente reconocible. Durante la formación de los frutos, los tépalos continúan creciendo, y se desarrolla un ala subcircular membranosa de color llamativo, en la gama del rosado-purpúreo, de intensidad variable y en ocasiones hasta blanquecino-verdosa.

Ecología

    Matorrales –de los que forma parte–, que se desarrollan sobre terrenos de naturaleza margosa, por lo general alterados o poco estables. En suelos poco profundos, cuando cambia el sustrato progresivamente, o bien aparece cierta carga de sales en las margas, se observará que suele ser sustituida por otras especies. Crece en territorios cálidos y secos, sobre todo bajo ombrótipo semiárido, en el piso bioclimático termomediterráneo. Salsola genistoides define la asociación fitosociológica Atriplici glaucae-Salsoletum genistoidis O. Bolòs (1957) 1973 (código asociación Directiva Hábitat 143033), de la que es especie característica. Florece entre finales de septiembre y principios de noviembre. No obstante, parece se encuentran en floración justo cuando ésta ha concluido, y se desarrollan alas de color rosado-purpúreo, que cubren casi por completo la planta, allá por mediados de noviembre.

Distribución

    Se trata de un endemismo Murciano-Almeriense, exclusivo del sureste ibérico, localizado en la mitad sur y valles cálidos de las provincias de Almería, Murcia y Alicante. En la Región de Murcia se presenta principalmente en las cuencas margosas del interior (Mula, Fortuna, etc.) y en la mitad occidental de la franja costera, donde el sustrato y las condiciones climáticas locales predominantes son óptimos. Extendida en la zona indicada y con frecuencia muy abundante.

¿Dónde encontrarlo?

    Prácticamente en cualquier terreno margoso de los territorios semiáridos de la Región. En el cerro del Castillo de la Puebla (Mula) la escobilla es la especie mayoritaria en la vegetación que ocupa sus laderas. En estas se desarrolla un escobillar de Salsola genistoides, con esparto (Stipa tenacissima) y romero (Rosmarinus officinalis) dispersos. Este cerro se encuentra en el ámbito de la cuenca margosa del Río Mula, zona en la que la escobilla es una planta que define el paisaje, creciendo en las cárcavas y linderos de cultivo (véase fotografías), en muchos casos de forma solitaria y constituyendo la vegetación arbustiva dominante. Se llega a este lugar por la Autovía del Noroeste, salida de los Baños de Mula.

Observaciones

    Especie muy bien adaptada a condiciones extremas. Estas plantas, completamente secas tras el verano, durante el que pierden todas sus hojas, rebrotan con fuerza tras las primeras lluvias y presentan gran colorido a mediados de noviembre tras la floración. La escobilla, nombre común por el que se conoce a esta especie en toda Murcia, se ha utilizado para realizar escobas muy rudimentarias. En la actualidad, sus ramas se emplean con frecuencia para barrer los higos chumbos, el fruto de la palera (Opuntia maxima). Aunque puede reemplazarse para esta tarea por cualquier otra planta de tallos similares es la más adecuada para realizar la primera limpieza de estos frutos.

José Antonio López Espinosa