Descripción

El fresno es un árbol de fronda que alcanza los 30 m. de altura, de copa ovalada y amplia. Posee una corteza verde clara y lisa en un principio, aunque luego se agrieta densamente de forma longitudinal. Las hojas, bastante tardías en salir, son opuestas e imparipinnadas, compuestas por  3-13 foliolos lanceolados, de borde aserrado y lampiños por el haz y el envés. La floración de este árbol se produce entre los meses de febrero y marzo, antes de aparecer la fronda, en forma de racimos. Los frutos-semillas son alargados (entre 2 y 4 cm.) con forma de lengua muy fina (linguliformes) y en "sámara", es decir, rodeado de una prolongación en forma de ala que facilita su dispersión. Los frutos maduran al final del verano y se multiplica por semillas que se deben recoger en otoño y estratificar. Sus hojas sirven de alimento para el ganado y además es considerada como una planta medicinal. Se valora tanto su corteza como sus hojas. Así, por ejemplo, las hojas tienen propiedades medicinales como analgésico, contra dolores reumáticos y como fortalecedor de encías. La madera de fresno ha sido, en todas las épocas, una madera muy cotizada para carpintería, sobre todo para la construcción de muebles.

Hábitat y distribución geográfica

Se encuentra en el sur, este y centro de Europa. En España, en todas las provincias salvo en el norte (Pirineos, Galicia y Cornisa Cantábrica) y en las zonas secas del sudeste. Su presencia se observa en zonas entre los 300-1500 m. de altitud, necesitando un suelo fresco y con cierto grado de  humedad. Es muy resistente al frío. En la Región de Murcia destacan los ejemplares existentes en los términos municipales de Cieza y Caravaca. Está además puntualmente presente en diversos puntos de la cuenca del Segura y sus afluentes, siendo más frecuente en el tramo alto del río Benamor, Carrascalejo, Benizar, y Caravaca, entre otras zonas.

Conservación y amenazas

Su recuperación es compleja, ya que se trata de ejemplares que sobreviven muy alejadas de sus condiciones climáticas óptimas. Dado el estado actual de la especie son necesarios planes de reforzamiento en las poblaciones ya existentes como Cieza y Caravaca y la reintroducción en lugares donde antaño sobrevivía esta especie. Además hay que concienciar de su utilización como uso medicinal y en carpintería.

Figuras de Protección

La Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres establece en su artículo 29 la obligación de las Administraciones Públicas de catalogar aquellas especies de flora cuya protección exija la aplicación de medidas específicas. Dicha especie esta declarada en peligro de extinción según el decreto 50/ 2003 (BORM nº 131/ 2003).