Situado sobre un promontorio rocoso, en las últimas estribaciones de la sierra litoral de Cartagena, a 80 metros sobre el nivel del mar, se alza imponente el Faro de Cabo de Palos, uno de los más espectaculares de nuestro país.

La Comisión Especial de Faros lo creó con la categoría de primer orden para dominar una amplia área marítima y dirigir las navegaciones a más de 20 millas a la redonda. La falta de elevación del terreno obligó a levantar una imponente torre para que su luz tuviera el alcance geográfico necesario.

Se construyó bajo la dirección de los ingenieros Juan Romero Rocafull y  Evaristo de Churruca quienes lo compararon en aquel momento con algunos de los faros más importantes de Europa

Se iluminó por primera vez el 31 de enero de 1865 gracias a una lampara que utilizaba aceite de oliva y durante casi 40 años se convirtió en la escuela donde se formaron los futuros aspirantes a esta profesión.

La modernización se produjo en 1960 con la llegada del tendido eléctrico a Cabo de Palos, un pequeño pueblo de pescadores al que también iban llegando por aquellos años los primeros veraneantes.

Frente al Faro, una sucesión de arrecifes sumergidos forman una peligrosa barrera para la navegación que ha provocado numerosos naufragios a lo largo de los años.

El más celebre, por su trágica y dramática historia, fue el hundimiento del trasatlántico italiano Sirio, en 1906, en el que murieron 550 personas de las 1000 que viajaban a bordo.  El mayor accidente de la navegación civil ocurrido en las costas españolas.

En la isla de la Hormiga un pequeño faro de planta circular sirve actualmente de apoyo al de Cabo de Palos. Esta isla fue testigo de uno de los incidentes más desgraciados en la historia de los faros de la Región.

En 1869 un fuerte temporal de Levante arrancó, uno a uno, los cuatro muros del edificio, sin que el farero pudiera hacer nada mientras el mar le arrebataba a su esposa y a tres hijos. Cuando se encontraba a punto de perecer bajo las olas fue rescatado de una muerte segura.

Tras la tragedia, nadie volvió a vivir allí. Se diseño un nuevo faro de hormigón con planta circular que aguantase los furiosos temporales del Mediterráneo. Desde entonces funciona como faro esclavo del de Cabo de Palos. Las luces de ambos balizan esta zona del Mediterráneo y son visibles a 40 km. de distancia.

Desde hace 144 años el Faro de Cabo de Palos es el vigía que vela por la seguridad de la navegación en esta zona del litoral murciano. Su arquitectura singular y majestuosa le ha convertido, merecidamente, en uno de los más hermosos y grandes faros de nuestras costas.