Alto valor ecológico
Escalerita de Piedra

Al igual que el área de Cabo de Palos-Islas Hormigas, que constituyen la única Reserva Marina de la costa de la Región murciana, también Cabo Tiñoso-La Azohía reúne todos los criterios medioambientales que internacionalmente se consideran precisos para seleccionar las zonas de mayor valor ecológico. Uno no puede imaginar lo que esconden sus entrañas hasta que pasea por allí.

Recordemos que el modelo más puro de desarrollo natural corresponde a los parques regionales. Son los más amplios, y en ellos se compatibiliza el cuidado al medio con su disfrute por parte de los ciudadanos y con actividades económicas como la agricultura y la ganadería. En la Región hay siete: cuatro en el interior y tres en el litoral. El más emblemático es el Sierra Espuña y está situado en la zona central: tiene una extensión de casi 18.000 hectáreas entre los municipios de Alhama, Totana y Mula.

El Parque Regional de la Sierra de La Pila ocupa casi 9.000 hectáreas en los municipios de Abarán, Blanca, Molina de Segura y Fortuna. El de la Sierra de El Carche, con 6.000 hectáreas, se encuentra entre los municipios de Jumilla y Yecla. Hay otro que es el resultado de la fusión del histórico Parque natural Monte El Valle y del espacio natural protegido de la Sierra del Puerto y Carrascoy: tiene una extensión de 17.000 hectáreas en los municipios de Murcia, Alhama y Fuente Alamo.

En San Pedro del Pinatar y San Javier se encuentra el Parque Regional de Salinas y Arenales de San Pedro, un espacio costero-litoral situado al norte del Mar Menor: aproximadamente la mitad de su superficie está constituida por salinas activas, conservándose en el resto importantes áreas de saladar y dunas. El Parque de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila tiene 2.500 hectáreas en los municipios de Cartagena y La Unión. Es un espacio de gran diversidad ambiental y ecologica. El de Calnegre y Cabo Cope dispone de una superficie de 3.000 hectáreas en los municipios de Lorca y Águilas. Es un espacio de gran singularidad geológica y geomorfológica.

Regresando al maravilloso paraje de La Azohía y Cabo Tiñoso, encontramos, por suerte, una alta diversidad de especies y de hábitats. Afortunadamente, conviene reiterarlo, disfrutamos de un estado de conservación de este espacio muy bueno, al ser una zona escasamente poblada. También hay que destacar la existencia de una suficiente extensión para asegurar la conservación de sus especies y de sus comunidades de flora y de fauna. Igualmente presenta un ingente atractivo para diferentes usos, una vez se hallan protegidos: nos referimos a los ámbitos científicos, educativos, de ocio y culturales, y quizá hasta medicinales.

Los grupos ecologistas y numerosas asociaciones ciudadanas y científicas demandan para el área la sólida declaración de "reserva marina" de manera que, a través de esta catalogación, se regulen la pesca y las actividades de buceo, esto es, es precisa una normativa que prohíba las obras marítimas agresivas como son la construcción de puertos y la regeneración de playas. Lo ideal es que todo permanezca como en los últimos diez siglos. Somos conscientes de que parece una entelequia.

El objetivo unánime ha de ser el no alterar el equilibrio ecológico de la zona. Si somos capaces de no actuar, de dejar que todo siga igual, de no "atosigar", literalmente, espacios como éste, las especies autóctonas tendrán una oportunidad, una ocasión en serio de pervivir. Lo que es más importante es que esa opción lo será también para los seres humanos. De nosotros depende.