La Región de Murcia ofrece multitud de rutas hermosas por las que, desde el sosiego, podemos ser capaces de encontrarnos con maravillosos paisajes y con una flora y una fauna excepcionales. La geografía de nuestra Comunidad Autónoma es tan variada como rica. Así, las zonas del interior ofrecen la brillantez de una vegetación que cabalga entre lo árido y aquellas áreas regadas con unas aguas a menudo escasas, pero siempre bien aprovechadas. Por otro lado, al sur, bañadas por el espléndido Mar Mediterráneo, tenemos unas variadas y atractivas calas, unas playas naturales, unas zonas escarpadas de una tremenda belleza, así como multitud de rincones que, por desconocidos, sorprenden al viajero.

El consejo que no nos cansaremos de repetir es que conviene que, de vez en cuando, sin agobios, sin prisas, sin sobresaltos, vayamos recorriendo los diversos parajes y recovecos que conforman la piel de una Región que brinda, en muy pocos kilómetros, campo y mar, montaña y playa, zonas tranquilas y más bulliciosas, desierto y vergeles. Es, el nuestro, un territorio de contrastes, y ahí, precisamente, hallamos su mejor virtud.

Hoy nos acercamos a uno de los puntos más lindos de nuestra costa: nos referimos a la zona comprendida entre La Azohía y Cabo Tiñoso. Veamos.