Free cookie consent management tool by TermsFeed Ciclismo en la Región de Murcia-Siglo XIX - Región de Murcia Digital
DEPORTES

Historia del Ciclismo

Siglo XIX

Carrera de 1874 [Ciclismo]
Carrera de 1874

Las primeras carreras de velocípedos no era oficiales y tenían lugar en plena ciudad.  Las noticias halladas más antiguas corresponden a Lorca y Murcia. 

En la capital el pleno del ayuntamiento prohibió en 1881 estas competiciones porque se organizaban en los paseos de la ciudad. 

Una vez que las carreras pasaron a celebrarse en los velódromos, cambiaron los consistorios de actitud, llegando incluso a financiarlas con 250 pesetas, como sucedió en 1898. 

Etapas en el ciclismo Murciano

  • La primera fue la de las aventuras ya mencionadas páginas atrás;

  • La segunda iría de 1892 a 1902, momento en el que tuvieron lugar diversas pruebas velocipédicas que atrajeron fuertemente la atención de los murcianos.  En realidad, podría considerarse esta década como la edad dorada del ciclismo murciano por los logros alcanzados y el eco social que suscitaron.  Germán Fernández Mendizábal, de Cartagena, Antonio Avilés Rocamora, de Murcia y José Inchaurrandieta Aledo, de Totana, fueron los personajes destacados que la protagonizaron.  En aquellos años todas las fiestas de primavera y septiembre de Murcia incluían pruebas ciclistas cuya popularidad y expectación, en ascenso, acabaron por contagiar al resto de la Región imponiendo 'moda'. 

  • Una vez pasada aquella fiebre inicial, se sucedieron dos largas décadas de cierto decaimiento, de manera que hemos de aguardar a mediados de los años veinte para presenciar un sensible resurgimiento del ciclismo regional. 

  • Entre 1924 y 1927 fue Beniaján quien llevó la voz cantante gracias a ciclistas como Manuel Martínez García, Abel Vera González y Matías Flores Buendía.  Junto a ellos hay que destacar a Antonio Garre Mármol (La Alberca), Francisco de la Asunción (Los Garres) y, poco después, José García Medrano (Beniel).  Pero al frisar la década de los treinta, el destino del ciclismo regional pasó a los pedales de Miguel Carrión.  En ocasiones, varios miembros de una misma familia estuvieron dedicados al ciclismo; fue el caso de Antonio y Angel Garre Mármol, en La Alberca, o de Leonardo y Antonio Buendía Magaña, en Beniaján.

Un velódromo en la Plaza de Santo Domingo

En junio de 1892 los 'bicicletistas' capitalinos se prestaron a animar con su participación especial la festividad del Corpus. Se convirtió en velódromo improvisado la Plaza de Santo Domingo, cerrada al tráfico para el evento, y amenizadas con música se celebraron diversas carreras aquella tarde del 3 de junio; competiciones que contaron con la asistencia de abundante y entusiasta público apostado incluso en balcones y terrados.  El espectáculo deportivo dio comienzo a las diecisiete horas con un desfile de todos los 'carreristas'. De las cinco competiciones de velocidad programadas, una era para menores de catorce años y consistía en dar cuatro vueltas a la plaza.  La última, considerada de resistencia, alcanzó los 5.000 m. Incluso se celebró una prueba de lentitud con un recorrido de 200 m.  A la vista de ésta y otras experiencias y considerando la gran necesidad suscitada de poder cronometrar con exactitud las pruebas, el electricista y mecánico Antonio López Martínez se ofreció para fabricar un cronógrafo de dos metros de diámetro a fin de que fuera visible en todo el circuito.  Es posible que ya utilizara el invento aquel mismo año en las carreras organizadas en la plaza de toros por Antonio Medina; carreras que estuvieron coordinadas por el ciclista y comerciante Antonio Avilés Rocamora. 

Carreras en la Feria de Murcia

En septiembre de 1894 las carreras ciclistas estuvieron también presentes en la programación de la Feria. De nuevo la plaza de toros fue el escenario elegido; patrocinaba el ayuntamiento  aunque eso si, con la colaboración del Club Ciclista Murciano.  La velada deportiva tuvo lugar el día 10 iniciándose el desfile de apertura con los participantes.  A continuación se celebraron cinco carreras que incluían una prueba de cintas y otra infantil de 550 m de recorrido.  Las tres restantes eran la denominada Local, con 15 vueltas y un recorrido de 2.310 m; la Nacional, de 25 vueltas al ruedo y 3.850 m; y la Provincial de 50 vueltas y 7.700 m de recorrido.  Para competir era imprescindible vestir traje de carrera (especificando color de gorra y jersey) y especificar las características de la máquina con la que se iba a participar .Actuaba también en aquella ocasión como juez de campo Antonio López Martínez junto a los señores Tortosa, Echenique, Medina, etc. Musicalmente, fue la banda de Mirete quien amenizó el evento.  Aquella tarde se alzaron vencedores de las distintas pruebas: Juan López Franco, Miguel Leante Soler, Antonio García Ferrer, Francisco Tomás ...

Al año siguiente, Antonio Avilés, director en aquel momento del velódromo de la capital organizó un recorrido hasta Cieza con otros ciclistas como Francisco Martínez y Modesto Ruíz, aprovechando la ocasión para negociar allí  la apertura de una sucursal de su negocio.

A partir de 1898 y hasta 1902 las carreras de competición se celebraron en el velódromo del 'Recreative' en Espinardo, dirigidas muchas de ellas por el 'conocido' ciclista Juan López, mecánico.   De hecho, la casi totalidad de los festivos se realizaba alguna prueba o algún entrenamiento a puertas abiertas para eventos específicos, que además se amenizaba invariablemente con la actuación de bandas de música.  Asiduos de este velódromo fueron claro está nuestros ciclistas más representativos del momento: José Inchaurrandieta y Francisco Cayuela (Totana), Germán Fernández Mendizábal (Cartagena), Luis Soriano, Agustín López, José Manrique, Antonio Barba, Luis Abellán, José Ros y José Agulló (Murcia), acompañados de otros corredores procedentes de diferentes puntos de la Región como José Pico y Carmelo Martínez (Cartagena), Virgilio Martínez (Jumilla), Antonio Surroca (Cieza) procedentes de lugares próximos e incluso puntos de la geografía nacional tan alejados como alejados como Valencia o incluso Barcelona.  Sin embargo, en aquellos momentos el vencedor prácticamente imbatible era siempre Mendizábal.  

También el velódromo de Cartagena organizaba sus carreras, con cierta frecuencia, a partir de 1897.  Los participantes más conocidos eran ciclistas como: Modesto Lajara, Rogelio Abad, Luis Martínez o Luis Blanco, además de la estrella indiscutible, Fernández Mendizábal.