El 9 de mayo de 1935 la ciudad de Murcia fue escenario de un acontecimiento inédito que levantó una gran expectación entre sus habitantes.

    Murcia acogió la meta de la novena etapa de la primera edición de la Vuelta Ciclista a España. La llegada de los corredores a la ciudad despertó un interés inusitado hasta el punto de que se batieron todos los records de asistencia a un espectáculo deportivo celebrado en la provincia. Algún cronista de la época afirmó que durante el recorrido de los ciclistas por las calles de Murcia la prueba fue seguida por unos 25.000 espectadores.

Desplome de una tribuna

    La meta (que estaba situada en el Parque Ruiz Hidalgo) se encontraba atestada de público. En el paseo de la orilla del río miles de espectadores intentaban hacerse un hueco para ver la llegada de los corredores, mientras que otros optaron por seguir la prueba subidos a los árboles o a los techos de los vehículos. La avalancha de público provocó el desplome de una de las tribunas, aunque no hubo que lamentar heridos.

    La etapa, que discurrió entre Valencia y Murcia, tuvo un recorrido de 265 kilómetros. El ciclista mallorquín, Salvador Cardona, se adjudicó la victoria tras un disputado sprint con el catalán Mariano Cañardó. El ganador invirtió un tiempo de 9 horas 13 minutos y 59 segundos, por lo que rodó a un promedio de 28,790 kilómetros a la hora. El belga Gustaaf Deloor conservó el primer puesto en la clasificación general. Finalmente sería el ganador de la carrera.  

    Miguel Carrión Serrano fue el único ciclista murciano en tomar parte en la primera edición de la Vuelta Ciclista a España. Sin embargo, no pudo recibir el apoyo de sus paisanos ya que abandonó la carrera durante el transcurso de la quinta etapa.

Juan Antonio Garre