La reanudación
Por segunda tarde consecutiva Murcia Foot Ball Club y Deportivo Aguileño se enfrentaban para dilucidar qué equipo sería el primer campeón regional de fútbol. Antes del comienzo los contendientes acordaron que Juan Gray fuera de nuevo el árbitro. Gray decretó que el partido se debía de reanudar con un saque de centro del Murcia, pues el Deportivo Aguileño había logrado su gol en la jugada anterior a la suspensión del encuentro. Los murcianos se negaron a acatar la decisión arbitral porque a su juicio el tanto no era válido. Juan Gray decidió no seguir pitando y abandonó el terreno de juego.
Los organizadores, de acuerdo con el capitán del Deportivo Aguileño, decidieron nombrar a un segundo árbitro. Este colegiado (cuyo nombre se desconoce, aunque se sabe que era una persona vinculada al Murcia Foot Ball Club) propuso que se reanudara el juego con un golpe franco a favor de los aguileños, lo que motivó las protestas de los visitantes que esgrimían que el gol que habían marcado el día anterior era válido.
Una larga discusión
Los jugadores de ambos equipos entablaron una larga discusión en la que no llegaron a un acuerdo. Parece ser que ante la decisión del árbitro de no conceder el gol marcado por el Deportivo Aguileño, los futbolistas de este club plantearon reanudar el encuentro con un penalti a su favor tal y como habían propuesto los jugadores del Murcia un día antes. La negativa del árbitro a atender esta petición motivó que los visitantes se retiraran del terreno de juego.
Ante esta eventualidad el colegiado del partido dio como ganador al Murcia en virtud del artículo noveno de las bases en el que se especificaba que ''si quince minutos después de la hora señalada para el comienzo de los partidos no se hubiese presentado uno de los equipos, el capitán del contrario tendrá derecho a que se de como ganado por él, siempre que su bando estuviese completo''.
La polémica se mantuvo viva durante algún tiempo, pues los componentes del Deportivo Aguileño no estaban dispuestos a admitir este desenlace. Una semana más tarde una comisión de este club encabezada por su jugador Luís Vilardell visitó al notario de la localidad, Luís Gómez Acebo, para que levantara acta de lo sucedido. Juan Gray afirmó que como árbitro del partido había decidido que el ganador del campeonato era el Deportivo Aguileño ante la imposibilidad de seguir jugando por falta de luz solar, pero que debido a las protestas de los jugadores del Murcia Foot Ball decidió reanudar el partido al día siguiente en señal de buena fé. Tras la reanudación se negó a seguir arbitrando porque los jugadores del Murcia no acataban sus decisiones.
La versión del Murcia
Candido Vivancos, capitán del Murcia Foot Ball Club, manifestó que la decisión arbitral de dar al Deportivo Aguileño como vencedor quedaba anulada, toda vez que los visitantes aceptaron la reanudación del partido y que para jugar los minutos restantes se designó a otro colegiado. Más tarde los jugadores aguileños abandonaron voluntariamente el terreno de juego, y por tanto el árbitro proclamó campeón al Murcia Foot Ball Club por la retirada del equipo rival. Por este motivo el trofeo se lo quedaron los organizadores.
Dadas las circunstancias cabe considerar como nulo este primer intento por proclamar un campeón regional, pues los dos equipos esgrimieron argumentos para considerarse ganadores. Las bases del torneo especificaban que el campeonato se debía de reanudar el año siguiente en el campo del vencedor. Obvia decir que no se celebraron más ediciones, pero no sólo por las incidentes que se produjeron, sino también por la desaparición temporal del club organizador, el Murcia Foot Ball Club, que se disolvió unos meses más tarde.
