El Murcia Foot Ball Club en 1911
El Murcia Foot Ball Club en 1911

El encuentro en el que se habría de dilucidar el nombre del primer campeón regional oficioso se disputó en el campo que el Murcia Foot Ball Club poseía en Espinardo. El torneo fue un cúmulo de despropósitos que desembocaría en un desenlace surrealista en el que los dos clubes se autoproclamaron campeones.

Los capitanes de ambos equipos, Cándido Vivancos y Pedro Luna, acordaron que el encuentro fuera arbitrado por el entrenador del Deportivo Aguileño, Juan Gray Watson. En un principio éste se negó, aunque finalmente decidió aceptar ante la insistencia de los organizadores.  Las alineaciones que presentaron los contendientes fueron las siguientes:

Murcia F.C.: Vivancos; Sánchez, Casanovas, García, Cándido Cuartero, Guillamón, Fernández, Ausejo, Alfonso Cuartero, Desiderio Cuartero y Pérez. 

Deportivo Aguileño: Oliver; Mervin Naftel, Carlos Buitrago, J. García, Vilardell, Hernández, Martí, Pepe Buitrago, Moyano, Luna y D. García.

Por un motivo que no ha podido ser aclarado el partido comenzó con varios minutos de retraso, lo que unido a un parón que se produjo tras el gol del Deportivo Aguileño, motivó la suspensión del encuentro por falta de luz solar cuando quedaban 25 minutos para el final.

Desarrollo del juego

El saque inicial correspondió al Murcia. El primer tiempo acabó con empate a cero, siendo la ocasión más clara un disparo del local Fernández que fue despejado por el guardameta Oliver. En la segunda parte se desató la polémica. Sobre el minuto 20 de juego los aguileños marcaron el primer gol del partido tras una jugada confusa en la que los jugadores murcianos reclamaron fuera de juego. Se da la circunstancia de que antes de entrar el balón en la portería, un jugador del Murcia lo había tocado con la mano. Los locales pidieron al árbitro que anulara el gol o que, en el peor de los casos para ellos, señalara un penalti en su contra. Sin embargo, el colegiado se mantuvo firme en su decisión y concedió el tanto.

La discusión que se produjo tras esta jugada motivó que el juego estuviera parado durante varios minutos mientras iba anocheciendo. Una vez que los jugadores se disponían a reanudar el partido el árbitro se vio obligado a decretar la finalización del mismo por falta de luz solar y dio como vencedor del campeonato al Deportivo Aguileño. Los jugadores del Murcia protestaron enérgicamente la decisión por entender que aún restaban 25 minutos por jugar, por lo a su juicio el encuentro debería de reanudarse en la tarde siguiente.

Intervención del gobernador civil

La polémica llegó a oídos del gobernador civil quien el día después llamó al árbitro y a los capitanes de ambos equipos para que explicaran lo sucedido. El gobernador dijo a los representantes de los clubes que no estaba facultado para tomar una decisión e invitó a ambos equipos a que se dirigieran a la Federación Española de Fútbol para que fuera este organismo el que dictara una resolución. Juan Gray, árbitro del encuentro, no se mostró conforme con las palabras del gobernador y adujo que él como colegiado había dado como vencedor al Deportivo Aguileño y que las decisiones arbitrales eran inapelables con arreglo al reglamento.

A la salida de la reunión los jugadores del Murcia Foot Ball Club decidieron presentarse en el campo de Espinardo para disputar el tiempo restante y advirtieron a los aguileños que de no acudir se les daría el partido por perdido por incomparecencia. El Deportivo Aguileño aceptó la reanudación del encuentro.