La Murcia del siglo XIX guarda muchos recuerdos del juego de bolos. Desde pintores como José María Sobejano y Adolfo Rubio a periodistas como Martínez Tornel, nos dejaron muestras gráficas y escritas sobre el tema. Unos de forma lúdica y otros refiriendo la crónica negra de las peleas por apuestas, heridos, detenciones, etc... Así son comunes las siguientes noticias: 'mortalmente herido en el juego de bolos de las puertas de Madrid' (1885); 'riña en el juego de bolos en El Palmar' (1891); 'atentado con explosivo en el juego de bolos de Juan López, en La Unión' (1893); 'denuncia en el juego de bolos de Avilés' (1899); 'riña en el juego de bolos de El Campillo, La Unión' (1901); 'dos heridos de arma de fuego en el juego del Llano de Brujas' (1905); 'Herido grave en el juego de bolos de Santomera' (1916); 'grave discusión en el juego del Molino de la Vereda de El Palmar' (1917)...

Campos y campeonatos emblemáticos

     No existía pueblo, barrio o pedanía del entorno de la huerta o zona costera sin su correspondiente campo de bolos. Incluso dieron nombre a calles. Es el caso del juego de bolos existente en San Antolín (Murcia), anterior a 1809 y que prestó el nombre a la calle que accedía al mismo.

     Los desafíos de Bolos entre pedanías de Murcia eran muy corrientes por lo que acabó creándose un Campeonato de Bolos, el mismo que en 1926 ganaba La Alberca, seguida de cerca por La Raya. Tres años después el campeonato se incluía en las fiestas de abril al tiempo que nacía la Federación Atlética Murciana. Los encuentros tenían lugar en el campo de La Condomina. Se enfrentaron equipos de Algezares, Alcantarilla, Aljucer, San Benito (barrio del Carmen), Casillas, Nonduermas, Puebla de Soto, Rincón de Seca, El Rosario, La Raya y Zaraiche. El campeón absoluto fue el equipo de Nonduermas.

     A partir de 1942, en el mismo campo, se disputaría el trofeo alcalde. Era juez Perico (a) El Albercoque, siendo uno de los triunfadores Antonio Fernández, (a) El Abercoque, su hijo, de Zarandona, en clara pugna con El Mayero de La Raya y Cholí de Aljucer.

     Veinte años después, los campos preferidos serían el del Carril del Alias, al comienzo de la carretera de El Palmar y el Carril de la Ermita de Los Dolores o el Carril de Flores (Tiñosa), pero entre los jugadores, el Abercoque junto al Pintao, Antoñín, Montoya, el Gilo y Micolo, seguían marcando las pautas.

     En el entorno de la costa murciana las primeras referencias escritas se refieren a los concursos realizados en Los Martínez del Puerto en 1895 y los celebrados en La Ribera, con motivo de la inauguración de la ermita de los Barnuevo. También de esa fecha es el memorable enfrentamiento entre 14 jugadores en Los Martínez del Puerto, venciendo Felipe Aparicio.